El novedoso clásico norteño entre tucumanos y santiagueños reemplazó al "natural" que en el José Fierro por historia hubiese enfrentado a Atlético con su comprovinciano San Martín y no pudo ser, al menos por este año, ya que simultáneamente los "albirrojos" estaban visitando a Deportivo Morón por la Primera Nacional.

El atractivo de este encuentro, más allá de los tres puntos en juego, fue la visita a su "casa" del "Pulga" Luis Miguel Rodríguez, recibido cálidamente por la afición local que lo tiene como un verdadero ídolo. Y el de Simoca sintió que era un partido especial y entregó todo lo que su físico de 38 años le permitió hasta promediar el segundo tiempo, cuando el técnico Omar De Felippe decidió que ya era tiempo de lanzar a la cancha en su lugar a Nicolás Leguizamón.

La mención de estos momentos emotivos de la noche merecieron un espacio mayor porque en el juego literalmente no pasó nada trascendente en los 90 y pico de minutos del último clásico de esta séptima fecha en la que prevalecieron largamente los empates, y de ellos la mayoría 0 a 0 (seis de nueve).

Y entre esta media docena de encuentros que empezaron como terminaron, o al revés, estuvo este Atlético Tucumán y Central Córdoba, de Santiago del Estero, que decepcionaron a un estadio colmado con 30.000 espectadores.

Es que para los locales el punto restó, ya que una victoria lo hubiese metido de cabeza en la zona de clasificación a la Copa Sudamericana del año próximo.

En cambio para los santiagueños, más allá del valor agregado de haberlo conseguido de visitantes, el punto sumó y mucho, ya que los ubicó en el cuarto puesto de la Zona B clasificatorio para los cuartos de final de la presente Copa de la Liga Profesional.

Por eso para ambos la vuelta de página debe ser inmediata para pensar en sus compromisos de la octava jornada, en la que Atlético Tucumán visitará a Vélez Sarsfield el próximo lunes desde las 20.30, justo antes del comienzo de una nueva fecha FIFA, mientras que Central Córdoba recibirá el sábado que viene a las 21.30 a Tigre.