(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Otro operativo de terror del Aprevide. Esta vez, en Defensa y Justicia - Vélez. Los hinchas del Fortín pudieron asistir al estadio del "Halcón", pero en su camino rumbo al escenario de Florencio Varela, se toparon con la Policía Bonaerense, que, sin motivo aparente, baleó un micro que estaba acercándose al estadio. 

"¡Pará, acá hay chicos!", se escuchan gritos que le dicen a la Policía Bonaerense mientras se ve como disparan. Hubo balazos de goma y palazos en la llegada al estadio del Halcón. Los mismos habrían empezado cuando los micros bajaron de la autopista.

La fuerza que realizó los disparos y la represión fue la Motorizada de la Provincia de Buenos Aires. "Fue una represión innecesaria, dónde había traslado de mujeres, niños y vitalicios", contaron testigos. Los micros de la barra del club de Liniers intercedieron en favor de sus hinchas y le pidieron a la policía que paren la ola de disparos.

El tema no quedará ahí, ya que según supo "Doble Amarilla", en la reunión de CD de Vélez de esta tarde van a evaluar elevar una queja ante el ministro Cristian Ritondo, jefe de Lugones. Sería la segunda queja por la misma persona que reciba Ritondo en un puñado de días. Tigre también elevó su queja por el (mal)accionar del titular de Aprevide. 

Fue por el partido Tigre-Lanús. Minutos antes de que finalizara el encuentro, empezaron a verse movimientos poco habituales en las cercanías de la tribuna popular del local. La policía comenzó a ingresar a la tribuna formando un cordón, impidiendo la posibilidad de acceder a la salida. Esto dio como resultado que una vez finalizado el partido, las 10.000 personas presentes tuvieron una sola salida habilitada. Y eso enojó a la CD del Matador, que elevó la queja a Ritondo y señaló que el operativo de Seguridad montado por Lugones puso en riesgo a miles de hinchas. "Observamos que se implementan medias que van en sentido contrario al objetivo que supuestamente se pretende buscar", reza parte del comunicado de Tigre.

Ya había pasado el sábado, cuando el operativo para el Estudiantes-River terminó con corridas, detenidos y uso de la violencia por parte de las fuerzas policíacas, que en pos de impedir que ingresen hinchas con entradas ilegales. Para lograr ese objetivo, se aporreó a todos los hinchas de River por igual.

A eso hay que sumarle el hecho que la hinchada de Rosario Central logró montar un show de pirotecnia antes del duelo ante Newell's, por Copa Argentina, en el cual tenían prohibido el ingreso. 

Muchos de los operativos de Seguridad que lidera Juan Manuel Lugones, en pos de que nada extraño ocurra, terminan con palos,  balas de goma y con la violencia de la Policía Bonaerense en el centro de la escena. Lo grave es que muchos de esos palazos justamente no lo reciben los barras descontrolados. La mayoría de los presidentes ya consideran que el accionar del titular de la Aprevide es más marketing anti-barra que resultados reales. Esta Superliga se dieron varios partidos con visitantes y en muchos de ellos hubo incidentes de violencia desmedidos, propuestas por las fuerzas de la Ley y el Orden. 

Es más, así como Tigre y quizás ahora Vélez, varios clubes del ascenso tienen apuntado al titular de Aprevide, al que acusan de hacer una puesta en escena. "Lugones se encarga de meter preso a los jefes, pero los barras siguen vivos y coleando porque no desarma a las organizaciones. El queda bien y se saca la foto pero a nosotros no nos resuelve el problema", manifestó un alto dirigente de un club de la Provincia a "Doble Amarilla".

Vale sumarle a los antecedentes, la denuncia grave que realizó Lamadrid en agosto de este año. El club de Devoto denunció "abuso de autoridad" de la Policía Bonaerense, en ocasión del partido que jugaron ante Platense, por Copa Argentina, en la cancha de Arsenal. Denunciaron una feroz golpiza a los hinchas durante el partido. Niños, mujeres y empleados del club fueron agredidos salvajemente mientras la policía buscaba a la barra. En Lamadrid dicen que cuando intentaron que APREVIDE intervenga, Lugones no los atendió. 

Quedan dos preguntas flotando en el aire, a esta altura, inevitables. En este clima, ¿pueden volver de manera definitiva los visitantes?. La otra, quizás incluso, más inquietante: ¿Es Lugones el más idóneo para liderar ese proceso?.

Por lo pronto, así terminó ayer el operativo en la cancha de Defensa y Justicia.

Ampliar contenido