Ayer se puso en marcha la 14ta fecha de la Liga Profesional de Fútbol y con ella la flamante reglamentación conocida como “Zona de Capitanes”. En líneas generales y haciendose un rápido repaso por los cuatro encuentros que se jugaron, la nueva regla tuvo muy buen aceptación y sobre todo cumplimiento. 

Más allá de esto cabe destacar algunas situaciones particulares que se dieron durante la jornada. En el primer partido entre Deportivo Riestra y Huracán, al momento del sorteo el árbitro Darío Herrera convocó a los capitanes y apareció en escena un tercer futbolista. Allí el juez explicó que la presencia de Fernando Tobio se debía a la elección por parte de Hernán Galíndez, capitán del “Globo” de que su defensor fuera el encargado de dialogar con el juez durante la contienda. 

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Durante el duelo fue Miltón Céliz, el capitán de Riestra, el que más dialogó con Herrera, reclamando hasta tarjetas amarillas. Durante la segunda parte, el propio juez cobró un penal a favor del equipo local y mientras el VAR revisaba su decisión, el 8 no paró de hablarle. 

En los nocturnos vespertinos, la situación fue algo más tranquila aunque también registró alguna particularidad. Cuando promediaba la primera parte del partido entre Lanús y Unión, el árbitro Fernando Espinoza cobró un penal a favor del local por un golpe del arquero sobre Walter Bou y casi automaticamente llegó el reclamo del guardameta para con el juez hasta que llegó el capitán Bruno Pitton para interceder. A esa charla se sumó Carlos Izquierdoz, el capitán de Lanús y algunos otros futbolistas del “Tatengue”. 

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Durante el entretiempo, las cámaras de TV captaron una nueva conversación entre el árbitro y el arquero del equipo santafesino en el que le explicaba el motivo de su sanción. 

En Santiago del Estero, Central Córdoba e Instituto protagonizaron un duelo entretenido pero sin polémicas que obligaran a los capitan a intervenir. 

Ya en el turno nocturno, volvió a repetirse la escena del encuentro disputado en Bajo Flores, el árbitro Sebastián Zunino convocó a los capitanes para el sorteo y allí apareció además de Franco Armani, el defensor Germán Pezzella, designado por sus compañeros para ser el encargado de dialogar. 

En este encuentro los dos equipos debieron cambiar a sus encargados de dialogar y otros futbolistas tomaron su lugar pero sin la necesidad de conversar con el árbitro en lo que restaba del encuentro.