El clásico entre Tigre y Platense terminó en escándalo, ya que luego del 0-0 en Victoria, ambos planteles se cruzaron en los ingresos a los vestuarios y hubo golpes de puño, botellazos e insultos. Los presidentes de los clubes tuvieron que interceder para calmar la situación.

El encuentro finalizó sin emociones y nada hacía suponer que pasaría lo que sucedió después: con cotejo consumido, rumbo al vestuario, en el túnel, una serie de entredichos entre protagonistas desembocó en una gresca generalizada

La cronología de los hechos

El episodio violento tuvo lugar en la entrada del vestuario visitante, donde se pudo apreciar golpes de puño y que volaron botellas de agua (como fue el caso de Agustín Cardozo) desde ambos lados del conflicto y varios insultos.

Aunque algunos jugadores del “Calamar” intentaron llevar tranquilidad, la seguridad privada intentó poner orden también y los ánimos fueron en aumento hasta que intervinieron los presidentes de ambos clubes.

Luego de varios minutos, se terminó el conflicto y los planteles ingresaron a sus respectivos vestuarios.