Con un golazo de Maxi Rodriguez, Newell's volvió al triunfo frente a Central Córdoba
La Lepra se impuso por 1-0 en Rosario con un gran remate de tiro libre de la Fiera. A los de Rondina les cortaron una racha de cuatro partidos sin derrotas.
Newell's Old Boys venció 1-0 esta tarde a Central Córdoba de Santiago del Estero con un golazo de su ídolo Maximiliano Rodríguez, quien ingresó a los 23 minutos del complemento en un emotivo partido jugado en el Coloso Bielsa del Parque Independencia de Rosario, por la fecha 22 del torneo de la Liga Profesional de Fútbol.
El equipo local jugó mejor en el comienzo del primer tiempo y generó su llegada más clara a los 14' con un violento derechazo de Nicolás Castro, que el arquero Rigamonti contuvo a medias, al extremo que la pelota le venció y lesionó una mano y recorrió la línea de meta, pero la jugada fue anulada por infracción de Scocco sobre un defensor.
Central Córdoba fue superior en largos pasajes de la etapa inicial, en los que se impuso con el buen juego de sus volantes externos Melano y Alejandro Martínez, pero casi no llegó con peligro.
El partido fue otro en el complemento porque el conjunto visitante se adueñó mayor tiempo de la pelota y generó las llegadas más claras, como una volea en el travesaño de Alejandro Martínez, a los 7 minutos, un cabezazo de palomita alto de Lucas Melano, a los 9', y un remate del propio Martínez que el ingresado Matías Escobar salvó en la línea, a los 10', con el arquero vencido.
Hasta que a los 23' entró el experimentado volante ofensivo Maximiliano Rodríguez, que cambió el partido: le pidió patear un tiro libre a Scocco, desde la izquierda del área y metió un golazo al colocar la pelota sobre la barrera, junto al poste izquierdo de Rigamonti, quien se movió hacia el medio y no pudo volver.
El resto del partido fue un monólogo de los santiagueños, que volvieron a ganar por afuera con los volantes y los laterales y que no se cansaron de perderse el empate, como en dos cabezazos de Milton Giménez, a los 45 y a los 50, cuando entró solo pero la envió a las manos de Macagno.