El partido entre Central Córdoba y Atlético Tucumán en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero se detuvo media hora durante el primer tiempo por incidentes entre el público local y simpatizantes tucumanos, cuya presencia se autorizó bajo la figura de "neutrales".

El árbitro Andrés Gariano paró el juego a los 11 minutos cuando una de las plateas registraba un desborde entre hinchas de uno y otro equipo que intentaban agredirse.

Los inconvenientes comenzaron cuando simpatizantes de Atlético fueron descubiertos en un sector habilitado para los fanáticos del "Ferroviario".

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Los jugadores de ambos clubes se acercaron al lugar para pedir calma a los hinchas, preocupados por la presencia de familiares en una zona cercana a la de los incidentes.

Gariano mantuvo su decisión hasta recibir el compromiso del jefe de operativo de seguridad sobre la posibilidad de reanudar el luego, algo que sucedió cuando la interrupción cumplía media hora.