(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Daniele De Rossi, por fin, pudo vivenciar lo que es La Bombonera en un partido. A eso vino. No jugó, claro. Ni se sentó en el banco de suplentes. Pero vivió un día especial. Llegó con el plantel a la cancha y no vio el partido desde un palco, escogió hacerlo junto a sus compañeros, primero en un palco bajo, luego, desde el borde de la cancha. Metidísimo.

Hay que contenerlo a Daniele. Detrás del gesto adusto que ensayó en casi todas las ocasiones que lo tomó la cámara, se esconde el deseo irrefrenable del "Tano" por ponerse la camiseta Xeneize. Dijo Alfaro que están "trabajando" para que esté ante Almagro, en el debut por Copa Argentina, del próximo 13 de agosto en La Plata. Él quiere jugar ya.

Si bien aún no se sabe si viajará a Paraná, Daniele no busca tratos de "Divo". Vio el partido junto a sus compañeros, sufrió junto a ellos cada chance desperdiciada y se alegró por cada salvada de Andrada. Imán innegable para la TV, De Rossi casi nunca cambio el gesto: serio y concentrado. La misma cara que exhibió apenas bajó del micro y se metió, por primera vez, a La Bombonera como jugador de Boca. 

Luego del partido, ya en el vestuario, vestido de civil, se fotografió con Andrés Chávez, ex Boca que pasó a saludar a sus compañeros y, aprovechó, y se sacó una foto con el romano que, por supuesto, no le regaló una sonrisa.