En un partidazo repleto de condimentos, con nueve expulsiones, Racing se llevó el título
La 'Academia' de Fernando Gago venció 2-1 al 'Xeneize' con goles de Matías Rojas y Carlos Alcaraz en el minuto 13 del segundo tiempo suplementario. El partido se dio por terminado, luego de que Facundo Tello expulse a Darío Benedetto a través del VAR por hacerles gestos a la tribuna de Racing y los de Ibarra terminen con seis jugadores en cancha.
Racing Club se llevó el Trofeo de Campeones al derrotar a Boca Juniors por 2 a 1 en San Luis, en un partido que debió terminarse a cinco minutos del final de los segundos 15 minutos suplementarios porque los "xeneizes" se quedaron con seis jugadores al sufrir cinco expulsiones, mientras que la "Academia" había recibido dos tarjetas rojas.
El equipo "xeneize" sacó ventaja por intermedio de Norberto Briasco (18m.), mientras que Matías Rojas estableció la igualdad (22m.) para la "Academia", ambos durante la primera etapa.
A los 12 minutos del segundo tiempo suplementario Carlos Alcaraz le dio el título a Racing tras convertir de cabeza.
El primer tiempo fue discreto, con dos equipos que no se sacaron ventajas desde el juego y que por momentos se prestaron la pelota para manejar de a ratos el partido cada uno y así pudieron llegar al gol e irse al descanso empatados.
La segunda etapa tuvo a los de Avellaneda con mayor convencimiento para intentar llegar al triunfo, a pesar del desgaste por haber jugado tiempo suplementario el miércoles pasado ante Tigre.
A Boca le faltó juego y manejó de pelota y sintió el desgaste físico que también se notó con el correr de los minutos en el equipo conducido por Fernando Gago.
La paridad siguió hasta el final del tiempo regular y tuvieron que ir al alargue para terminar de definir al futuro campeón.
Los minutos finales del partido en tiempo suplementario perdieron brillo desde el juego por el desgaste físico que tuvieron ambos equipos.
El tiempo suplementario mostró a Racing un poco mejor con la pelota y supo aprovechar el hombre de más por la expulsión de Alan Varela por doble amonestación.
El control de la pelota, la persistencia y el envión ofensivo le permitieron a los dirigidos por el técnico Fernando Gago encontrar el gol del triunfo con un gol de cabeza de Carlos Alcaraz tras un centro certero de Gonzalo Piovi desde la izquierda.
El tramo final del encuentro fue con mucha fricción, hubo encontronazos entre varios jugadores de los dos equipos, situación que terminó en escándalo y casi empaña la final entre los dos mejores equipo de la temporada 2022.
Todo empezó con un intercambio de golpes de manos de los colombianos Johan Carbonero y Sebastián Villa, que se fueron expulsados, y tras el gol de Alcaraz los jugadores de Boca le recriminaron que festejara de cara a la tribuna "xeneize".
Otras vez golpes, empellones, insultos, amenazas, y el árbitro Facundo Tello repartiendo tarjetas rojas a diestra y siniestra, que llegaron a cinco para los de Boca, por lo que al tener menos de siete en campo reglamentariamente no podían seguir jugando y el partido se les daba por perdido, más allá de que eso estuviera aconteciendo también en el marcador.
Así, después de Varela y Villa, además del técnico Hugo Ibarra también resultaron expulsados Frank Fabra, Luis Advíncula y Darío Benedetto, éste a instancias del VAR por haber hecho el "clásico" gesto de "arreglo" para que ganaron Racing con el puño derecho golpeando la palma izquierda como símbolo de algún "pago".
Y del lado de Racing, además del mencionado Carbonero también resultaron expulsados Alcaraz por sacarse la camiseta tras su gol y pelearse con sus rivales, y Jonathan Galván que ocupaba un lugar entre los suplentes. Lo mismo aconteció con Carlos Zambrano cuando se encontraba en el banco boquense.
Así, después de ese aquelarre llegó el festejo racinguista con abrazos múltiples con sabor a alivio y reivindicación y la entrega de premios a manos del presidente de AFA y la LPF, Claudio Tapia, que rápidamente debía volver a Buenos Aires para sumarse a la delegación del seleccionado argentino que se embarcará rumbo a otro sueño albiceleste.