Juan Cruz Komar: “Uno no puede quedar al margen de las situaciones críticas por las que atraviesan los ciudadanos”
El futbolista de Talleres comentó cómo atraviesa la cuarentena. En diálogo con Doble Amarilla, reveló que se encuentra en Rosario junto con su familia, donde comenzó a ayudar a varios comedores. Además, se refirió al rol que cumple la Fundación Igualar, que él creó y a los objetivos que persiguen. Por otro lado, opinó sobre el panorama económico y sobre el papel de los futbolistas en cuestiones sociales.
El futbolista de Talleres, Juan Cruz Komar, es uno de los que más se implica en cuestiones sociales y se sale de su papel de ‘jugador’. Pasa la cuarentena en Rosario, junto con su familia, donde también aprovechó para ayudar a comedores de la ciudad santafesina. “No me sale mantenerme al margen de lo que pasa y más en esta situación de crisis a la que se llega con esta pandemia”, comentó, en diálogo con Doble Amarilla.
Además, habló de la Fundación IgualAr, y contó cuál es la función que cumple: “Queríamos darle un enfoque inclusivo y con la posibilidad de interactuar en muchos barrios de la ciudad. Apuntamos a buscar igualdad de oportunidades”.
Por otro lado, se refirió a la situación económica por la que atraviesa el país. Desde el punto de vista de su fundación y del pedido de ayuda que lanza la ciudadanía: “En los últimos años la situación empeoró enormemente”, consideró, a la vez que indicó que los comedores comenzaron a multiplicarse.
Luego, señaló que los futbolistas "desde Divisiones Inferiores deberían tener una formación más integral y no solo apuntada a las mejorías futbolísticas".
- Doble Amarilla: ¿Cómo lleva estos días de cuarentena y sin actividad?
- Juan Cruz Komar: De forma ambigua la verdad, hay momentos donde me adapto y lo llevo bien y otros que me agarra esa nostalgia y esa sensación de extrañar el fútbol, sumado al a incertidumbre de no saber cuándo vuelvo. Yo digo que lo más me costó de esta pandemia, más allá del tiempo que no hemos competido es eso, porque incluso cuando uno tiene una lesión y estar varios meses parados, tiene un fecha de vuelta si todo va en su curso normal pero acá no, primero fueron dos semanas, después un mes, después mucho más. Ahora hay atisbos de que todo va a volver pero tampoco hay una fecha concreta, entonces creo que esa incertidumbre es lo más difícil de manejar.
- DA: ¿Para el jugador lo más difícil es eso, el tema de manejar la psiquis por lo acostumbrado que está a tener otro ritmo de vida?
- JCK: Sin dudas, nosotros tenemos ahí una cierta ventaja y es que los jugadores tenemos la virtud de adaptarnos muy rápido a todos los entornos porque estamos constantemente adecuándonos a un nuevo club, a nuevos compañeros que a veces cambian cada seis meses, a nuevos lineamientos, esquemas, posiciones entonces todo el tiempo nos acostumbramos a nuevas cosas y creo que eso me ha servido para algo que, de antemano era impensado. Yo en mi caso soy de tener una vida social muy activa, viajar cada dos semanas a jugar, las pretemporadas y ahora pasé a estar encerrado en mi casa con mi familia, cuando estoy acostumbrado a vivir solo por ejemplo y eso es todo un desafío pero se hizo más fácil por esta virtud que te digo que tenemos nosotros.
- DA: ¿Lo que más se extraña es el entorno social en el que se mueve? Más allá de la competencia en si
- JCK: Si, no tener la calidad humana del día a día no es lo mismo y para nosotros peor todavía porque compartimos mucho tiempo que no es exclusivamente trabajar porque viajamos, concentramos, compartimos el antes y el después de las prácticas entonces todo eso que falta es lo que se extraña un montón.
- DA: ¿Aprovechó este tiempo para otra cosa como su fundación, la familia o estudiar?
- JCK: Aproveché mucho la familia porque estoy pasando la cuarentena en Rosario y yo hacia como 10 años que me había ido de mi casa y volver a vivir con ellos, todos más grandes, maduros y en otras situaciones fue algo muy emotivo, algo que me gustó un montón pero a la vez me puse en contacto con la organización La Poderosa y di una mano en varios comedores de la ciudad de Rosario porque no me sale mantenerme al margen de lo que pasa y más en esta situación de crisis a la que se llega con esta pandemia.
- DA: ¿Cómo notó a la gente cuando le da una mano y la ayuda?
- JCK: La gente en los barrios siempre es muy agradecida. A mi personalmente en situaciones normales y fuera de la pandemia no me gusta hacer asistencialismo, eso de ir, darle la comida e irme porque a mi me gusta interactuar, estar con ellos, que me cuenten sus problemas y entablar un vínculo pero lamentablemente en este contexto no se pudo porque las necesidades era otras y además había que evitar todo este tipo de cercanía pero la verdad que muy agradecidos todos. En todos los comedores donde estuve las raciones de comida se habían duplicado en algunos y en otros, hasta triplicado.
- DA: ¿Le han dicho que en casi todos han crecido así exponencialmente?
- JCK: Sí, en los comedores donde yo estuve en Rosario y en los que ayudo en Córdoba con la fundación que tengo han crecido mucho y hemos tenido más que nunca pedidos de colaboración de un montón de otros comedores y merenderos, como nunca había pasado, lo que denota que la situación es crítica y que los comedores no dan a basto
- DA: ¿Cómo surgió la idea de la fundación Igualar?
- JCK: La arrancamos a mitad del año pasado, con varios compañeros y compañeras que antes trabajamos en otro lado pero acá queríamos darle otro enfoque, mucho más inclusivo y con la posibilidad de interactuar también en muchos barrios de la ciudad y no estancarnos en uno solo. Como el nombre lo dice, apuntamos a buscar la igualdad de oportunidades: mis compañeros, mis compañeras y yo sabemos que la desigualdad esta en las oportunidades y que hay un montón de chicos y chicas que por ejemplo no han creído con las mismas que he tenido yo en cuanto a tener un plato de comida todos los días sobre la mesa, practicar un deporte, no tener que trabajar de chico, poder terminar el primario y secundario y muchas cosas más. Nosotros sabemos que es imposible que garanticemos eso porque es algo de lo que se debería encargar el estado pero a veces ni ellos pueden pero lo que si podemos hacer es todo lo que esté a nuestro alcance para que achique esa brecha de posibilidades y que todos podamos tenerlas. El año pasado empezamos con varias actividades, especialmente culturales y deportivas y ahora nos agarró esta pandemia que nos frenó y nos hace volcarnos un poco más al asistencialismo, pero como dije antes sólo por la situación que nos toca atravesar.
- DA: ¿Notaste más desigualdad en lo últimos años de gobierno en Argentina?
- JCK: Por un lado creo que vivimos en un sistema desigual y que más allá del gobierno que esté, siempre habrá desigualdades e injusticias sociales, es una utopía llegar a pensar que eso no va a suceder pero si que en los últimos años la aparición de comedores y merenderos fue exponencial, lo que denota a las claras que la situación económica de un montón de familias empeoró. Yo siempre digo que ojalá que nosotros no tuviésemos que ir a los comedores y merenderos a llevar actividades, porque lo ideal seria que no existan y que cada familia se pueda autoabastecer entonces no es una buena señal que cada vez aparezcan más. Nosotros en un tiempo previo a largar con la fundación veíamos esa situación y por eso nos apresuramos también a lanzarla.
- DA: ¿Notas que por la realidad económica que vive el jugador de fúbol en el país algunos no puedan tomar dimensión de ciertas cosas?
- JCK: Totalmente y por eso busco diferenciar eso. Yo no estoy en contra de que los jugadores cobren mucho porque creo que es lo que producen también a través del negocio que es el fútbol y muchas veces sucede eso que decís que por tener un sueldo astronómico te mantienes al margen desde lo social y yo creo que puede ser diferente. Vos podes estar salvado económicamente, tener un porvenir tranquilo pero eso no significa que quedes al margen de las situaciones críticas que pasan los ciudadanos de la sociedad en la que vivís. Me parece que la clave es separar eso porque no por tener un buen sueldo te tenés que olvidar de lo que pasa alrededor.
- DA: ¿Entonces pueden llegar a no tomar dimensión de eso?
- JCK: Si, lo sé porque lo escucho y porque lo vivo, cuando voy al barrio la gente me cuenta que el mismo sueldo que percibía en el mismo trabajo ya no le rinde para comprar lo mismo, entonces por ahí las familias venden sus autos, dejan de alquilar, después van al comedor para una ración de comida y de a poco va empeorando y queda a las claras que en los últimos años la situación empeoró enormemente.
- DA: ¿Le gustaría que el jugador de fútbol se involucre cada vez más en estas cosas?
- JCK: Es algo que siempre digo y yo no es que quiero ser el primero ni nada, pero si entiendo que puede ser ejemplificador para eso porque me parece que es un error que los deportistas, los artistas y la gente que es valorada en la sociedad debe manifestar y preocuparse socialmente. Por ahí no necesariamente tener posturas o ideologías pero si estar preocupados por las injusticias y las desigualdades de la sociedad. Si lo que dicen las figuras públicas tiene mucho valor en la gente, creo que está bueno que se manifiesten.
- DA: ¿Como surgió su interés en armar una fundación? No es habitual que algún deportista de elite piense algo así
- JCK: Es una mezcla de dos cosas entre lo que mamé de mis viejos que son docentes y personas muy sensibles y con mucha empatía y por otro lado algo propio, mío, que me nació por mi situación. Creo que esto que estuvimos hablando un poco, yo tengo la suerte de tener una situación económica próspera porque en este país se valoran a los jugadores de fútbol, porque si se valoraran a los de cricket sería distinta, entonces ese azar cultural que me hace tener un buen pasar económico me da la sensación que me responsabiliza y me hace tener que preocuparme aún más por estas injusticias que siempre manifiesto que existen en la sociedad. Entonces es lo que mame de mi familia y amigos y otro poco de lo que me fui creando yo.
- DA: ¿Usted por su posición económica y su suerte de ser reconocido siente obligación por ayudar?
- JCK: Siento que puedo ser una especia de agente de posibles cambios y no lo digo desde una posición de superioridad eh, pero como que a mucha gente que es fanática del fútbol quizás la opinión de un futbolista le parezca mas trascendente que incluso la de un político o un referente. Ese valor que tenemos en nuestras palabras y ese poder en las acciones que hacemos creo que tenemos que aprovecharlo y usarlo en búsqueda de generar una sociedad mejor.
- DA: Habló de empatía ¿falta un poco de eso en el país hoy?
- JCK: Si, creo que falta bastante ponerse en el lugar del otro y ser mas comprensivo, por ahí salir de los análisis simplistas y tratar de buscar comprender al otro.
- DA: ¿Debería el futbolista tener una educación con respecto al tema y que entienda que lo que dice o hace puede ser trascendente?
- JCK: Si, coincido que debería haber una educación a la par de lo que aprendemos como herramientas tácticas, técnicas y estratégicas para entender esto de que lugar ocupamos en la sociedad, lo que representa nuestra palabra, como manifestarnos en público y en los medios. Sin dudas deberíamos estar mucho más preparados por el lugar que nos toca ocupar en la sociedad.
- DA: ¿Y esa falencia es del fútbol, como pasa con el retiro por ejemplo?
- JCK: Me parece que la preparación desde la formación en las divisiones inferiores debería ser mucho más integral y no sólo apuntada a las mejorías futbolísticas porque hay un montón de variables que incluyo sirven también para los futbolísticos. Vos mencionas la psicológica y es clave, porque yo siempre digo que en las formativas se entrena a miles de chicos y los que llegan a primera son menos del 5%, entonces la formación debería ir para todos, para los que no tuvieron la suerte de llegar también. Los que tuvieron la suerte de poder estar en primera deberían ser preparados para que el resto de su vida, que es mucha porque esta carrera es corta, tengan herramientas para poder seguir su vida por otro camino y no queden sólo con el rótulo de “ex jugador” y me parece que está bueno que se pueda hacer otras cosas en lo que resta por vivir.
- DA: ¿Se acercan jugadores a preguntarle que hace en la fundación o le gustaría que se diera mas seguido?
- JCK: Pasa, en el último tiempo cada vez más y eso me pone contento y me enorgullece. Yo también intento no ser invasivo ni robarles tiempo a mis compañeros pero si invitarlos una vez para que participen de alguna acción y conozcan porque en muchos casos los chicos no son de Córdoba entonces quizás sólo conocen los shoppings y los lugares de entrenamiento, entonces creo que también esta bueno conocer el territorio, la ciudad, conocer de donde vienen muchos de los hinchas que el fin de semana van a la cancha, porque es como una bajada a la realidad y un poco salir de esa burbuja de la que venimos hablando.
- DA: ¿Nota que de a poco crece esa responsabilidad social desde el futbolista para con la sociedad?
- JCK: No, todavía te diría que no porque no percibo un cambio grande como para asegurar que se está generando un cambio en ese sentido pero justamente para eso yo trato de naturalizarlo, de verlo como algo normal y espero poder incentivar a alguno que también tenga eso de que le nazca esa preocupación, le salga naturalmente y a la vez siga generando esa divulgación de esta preocupación.
- DA: ¿Es un tema de interiorizarse en política más allá de las ideologías y de un cambio cultural grande?
- JCK: Si, primero que nada como decir interesarse en política pero vamos a diferenciar algo, no desde lo ideológico pero en la misma como herramienta de cambio de la sociedad, creo que deberíamos todos interiorizarnos en eso, no sólo los futbolistas. Después lo cultural, entender que nadie se salva solo, que vivimos en sociedad, que tenemos que tener empatía por el otro y no buscar siempre el individualismo y el éxito personal.