Si hay un futbolista que causó polémica entre Racing e Independiente, ese fue el cordobés Miguel Ángel Ludueña. El “Negro”, considerado uno de los mejores de la década, se consagró campeón de la Supercopa 1988 con la 'Academia'. Tras finalizar la temporada, en un hecho inédito hasta aquel momento, el ídolo racinguista pasó directamente al archirrival. 

Algunos no se lo dejaron pasar: balearon el paragolpes de su auto tras ser transferido. “Coco Basile me dio la chance de elegir y fui a Independiente. A la salida de una práctica, paré en un semáforo. Veo que a la izquierda se arrima una persona y me insulta”, dijo.

"Lo había visto en Racing, y había otro que me apuntaba. Tuve la suerte de que el auto que me precedía se adelantó y yo corrí el mío. Eso me salvó, porque el tiro dio abajo de la patente. Sentí una explosión. Fui a una comisaría. El atentado fue por el hecho de haber pasado de Racing a Independiente. Para mí era un trabajo", explicó en diálogo con La Voz.

En el 'Rojo', se convirtió en una pieza clave para obtener el título local en la temporada 1988/89, compartiendo equipo con jugadores como Ricardo Bochini y Alfaro Moreno. Fue, además, uno de los jugadores más longevos en debutar en la Selección Argentina: lo hizo en Marzo de 1991, con 33 años en el amistoso que terminó 3-3 ante Brasil en Vélez. El DT era Alfio Basile. Si, el mismo que le dio la chance de elegir cruzar de vereda.

Miguel Ángel Ludueña sufrió un ACV

El jugador relató un hecho que le cambió la forma de ver la vida y sucedió en 2018: Tuve un ACV. Vine de una cena en Alta Gracia y me agarró en la cama. No sabía que era. Vomitaba mucho. Mi señora me llevó al médico. Después me enteré qué era. Estuve al borde de la muerte. Eso es lo que dijeron los médicos y mi familia".

Al momento de analizar lo sucedido, los estudios médicos revelaron el origen del accidente cerebro vascular que casi le cuesta la vida al cordobés: “Resulta que tenía una malformación en el cerebelo. Que la tenía de chico. Me enteré. Siempre me hicieron estudios, pero menos en la cabeza. Creo que ahora hay alguna prevención en ese sentido”

“Yo ni sabía. Me agarró de grande. Esto no avisa. Si me pasaba en una cancha, me moría. Hice que todos mis hijos se hicieran estudios para quedarme tranquilo. Gracias a Dios, no tenían nada", cerró el “Negro”.