Jugó en Vélez, Talleres y Huracán, y un día estuvo al borde de la muerte
Vistió las camisetas de los tres equipos que pelearon el título en la Liga Profesional y les guarda un gran cariño. Hace unos años estuvo muy grave de salud.
Vélez, Talleres y Huracán protagonizaron una definición apasionante de la Liga Profesional, que terminó con la consagración del 'Fortín'. Hubo un exfutbolista que no sabía a quién apoyar: jugó en los tres clubes y les guarda un gran cariño. Un personaje con una historia muy particular que incluye una experiencia cercana a la muerte.
Se trata de Humberto 'Pipi' Váttimos, quien defendió los colores de los tres equipos que llegaron a la última fecha con chances de ser campeón.
“Tengo mucho dolor, porque están en la pelea por el título tres clubes que me dieron mucho. Yo jugué en todos y sí me decís por dónde me inclino, te digo que no podría decidirme, porque los tres son grandes amores”, dijo él mismo en charla con Infobae, días antes de la definición.
Váttimos dejó un gran recuerdo en Liniers, Parque de los Patricios y Córdoba, con su recorrido por la banda derecha en las décadas de 1980 y 1990. Años después hizo el curso de entrenador, pero luego se inclinó a la representación de jugadores.
La historia de Humberto Pipi Váttimos
“Mi hijo, el barbero, es hincha de Vélez y cuando vio el último partido, sufrió bastante. En Huracán jugué tres años y medio, y le debo mucho. Además, tengo un hijo cordobés y con el corazón en Talleres. Me dieron todo, y fue una etapa importante en mi vida, porque había fallecido mi papá y me trataron de maravillas. Por eso, no puedo inclinar la balanza para ningún lado”, insistía Vattimos cuando le preguntaban quién prefería que saliera campeón.
Más allá de su labor dentro de la cancha y del cariño que siente por el 'Fortín', el 'Globo' y la 'T', el partido más difícil de Váttimos fue fuera del césped. Precisamente, lo jugó en la cama de un hospital. En junio de 2021, estuvo 31 días en coma inducido por haberse contagiado de Covid-19.
“La pasé muy mal, estuve al borde de la muerte. Perdí una vesícula. También el 30 por ciento de la vista de un ojo y tengo una cicatriz en el pulmón. Ese virus me dejó secuelas”, confesó 'Pipi' en la mencionada entrevista. Afortunadamente, pudo reponerse y se dedicó a administrar una concesionaria de autos en Pilar.