Para Francisco Fydriszewski, su paso por San Lorenzo quedó marcado por un penal errado ante Godoy Cruz en el cierre de un partido, un hecho que selló su abrupta salida del club, prácticamente sin oportunidades de revertir su situación. Ahora, se marcharía sin pena ni gloria al rescindir su contrato con el club.

“El Polaco”, quien llegó a Boedo en agosto tras desvincularse de Barcelona de Ecuador por conflictos contractuales, será recordado como una de las contrataciones más ineficaces de la institución azulgrana. En su estadía en el “Ciclón” no logró siquiera consolidarse con un lugar en el equipo titular, y su contribución en el campo fue casi nula.

Los números son contundentes: el delantero rosarino, de 31 años, acumuló apenas 92 minutos en cancha repartidos en cuatro encuentros: 18 minutos frente a Defensa y Justicia; 45 minutos contra Banfield; 21 minutos frente a Instituto y 8 minutos ante Godoy Cruz.

Tres de estos partidos fueron bajo la conducción de Leandro Romagnoli, mientras que su último, ya bajo el mando de Miguel Ángel Russo, lo vio protagonizar la desafortunada jugada del penal picado que Franco Pétroli atajó sin problemas. Este breve paso por San Lorenzo pone fin a una etapa que, para muchos, nunca debió comenzar.

El conflicto de Fydriszewski con San Lorenzo

El penal errado por Francisco Fydriszewski ante Godoy Cruz marcó un punto de no retorno en la relación del delantero con la hinchada de San Lorenzo. A pesar de su pedido de disculpas posterior, la situación quedó irreparable. "Quiero disculparme con los hinchas de San Lorenzo y mis compañeros. Sé que mi forma de patear el penal fue imprudente y perjudicó al equipo”, declaró el ex Newell’s. Desde ese momento, el técnico decidió no considerarlo más.

Sin embargo, no fue solo ese error lo que aceleró la partida del “Polaco”. Una cuestión recurrente en el club terminó por complicar más la situación: San Lorenzo acumulaba deudas salariales con varios futbolistas, y algunos acudieron a Futbolistas Argentinos Agremiados buscando una solución.

Fydriszewski tomó una postura más drástica al dejar de entrenarse, optando finalmente por rescindir su contrato con el club, donde ya había comenzado a practicar antes de firmar su vínculo oficial, mientras resolvía un problema similar con Barcelona de Ecuador.

Con solo 92 minutos, un penal fallido y ningún gol, el delantero, cerró un paso fugaz y controvertido por Boedo.