San Lorenzo: del ostracismo a entrar a la Sudamericana y con elecciones sin definición
El 'Ciclón' atravesó un año intenso, no sólo desde lo deportivo sino también desde lo político. El primer semestre fue complicado para el conjunto de Boedo. No sólo se formalizó la renuncia de Marcelo Tinelli, sino que el equipo, con Pedro Troglio como DT, tuvo una consecución de malos resultados arrastrados de ciclos y años anteriores. En mayo comenzó a lograr una estabilidad futbolística con la llegada de Matías Caruzzo y un DT de la casa que se la arregló con lo que tuvo: Rubén Darío Insúa. Pasó de mirar la tabla de abajo a entrar a la Copa Sudamericana. La mala es que se adelantaron elecciones, pero no se pudieron llevar a cabo.
Pasó de todo en San Lorenzo durante este 2022. Pedro Troglio arrancó el año como entrenador del club, tras la salida de Paolo Montero. Luego de más de 2 años en Honduras, el ex mediocampista de Argentina en el Mundial de Italia 1990 volvía al fútbol argentino para dirigir a un gigante dormido y con la pretensión de levantarlo de pésimas campañas y resultados que lo estaban llevando a pensar en la tabla de abajo.
Más allá de un buen inicio en los resultados, con una pretemporada con varios partidos y 4 refuerzos (Centurión, Braida y las vueltas de Bareiro y Blandi), el equipo se fue pinchando y tras varios problemas internos, luego de la derrota ante Estudiantes de San Luis por Copa Argentina, el propio Troglio dio un paso al costado y quien fuera mánager en ese momento, Mauro Cetto, siguió sus pasos.
Incluso a fines del mes de abril, quien fuera el presidente en uso de licencia desde mayo del 2021, Marcelo Tinelli, oficializaba su renuncia mediante una carta:
Con ese terremoto interno, la dirigencia se movió rápido y cerró la llegada de Matías Caruzzo como director deportivo, que tenía la premisa de incorporar un entrenador rápido y, aunque se especuló con varios nombres y estuvo cerca Julio Falcioni, se terminó optando por un hombre de la casa que volvía al club y al fútbol argentino tras 20 años: Rubén Darío Insúa asumió el 19 de mayo de este año con el objetivo de sacar al equipo y al club de un pozo que parecía cada vez más profundo en resultados, contagio con la gente, rendimientos individuales y colectivos y, sobre todas las cosas, que llevaba a mirar cada vez con mayor atención a la tabla de los promedios para no descender.
A tal punto era el desencanto de la gente con el club y el equipo que empezaba a insultar a los dirigentes en cada partido en búsqueda de un cambio estructural en todo Boedo, que además los resultados ante los grandes no se daban, no era confiable como local y todo se le hacía cuesta arriba. Pero Rubén, con pibes del club y sin refuerzos, armó un equipo aguerrido, tal vez con pocas ideas en ataque, pero que dejaba el mensaje que para ganarle iban a tener que transpirar mucho los rivales.
Perdió el invicto en la fecha 6 en un polémico partido ante Barracas con participación del VAR y esa semana fue trascendental para la institución: el viernes 8 de julio, después de varias reuniones internas, se acordó políticamente el adelantamiento de elecciones para el 17 de diciembre de 2022, cuando por mandato debían ser en el mismo mes del 2023, y al día siguiente, en el feriado patrio del 9 de julio, el Ciclón enfrentó a Boca y con ímpetu se lo llevó puesto y le regaló la primera gran alegría a sus hinchas.
El equipo empataba mucho, parecía conformarse siempre con sumar de a uno, pero empezó a ganar confianza y consiguió resultados importantes, como los triunfos ante Huracán en el Nuevo Gasómetro y Racing como visitante.
La única derrota ante los grandes fue vs. River como local, y enojado tras el final del partido, miró a los plateístas mientras se metía al vestuario y dijo: “Manga de hijos de p***, ¿por qué no insultan a Tinelli, que se robó todo de acá?”
Ante esa frase que fue un escándalo durante toda la semana posterior a los dichos, Insúa redobló la apuesta en una rueda de prensa improvisada tras una práctica al dejar claro que no se rectificaba en nada y que “todo se dirimirá donde la justicia o la otra persona quiera”. Tras lo sucedido, Tinelli llevó a la justicia al DT cuervo.
Más allá de esta situación, el equipo siempre vio de lejos a la lucha por el torneo, pero consiguió dos hechos fundamentales para lo que habían sido los últimos años azulgranas: estabilidad con el DT, que superó los 20 partidos al frente del equipo, algo que no pasaba hace mucho tiempo en la olla a presión que era la silla del banco de suplentes y volver a jugar un torneo internacional: Insúa logró, con un equipo que terminó de formar en la fecha 10 y con Juan Méndez, Gastón Campi, Gonzalo Maroni, Andrés Vombergar como refuerzos, apoyado en pibes y en futbolistas que levantaron su nivel como Gattoni, Elías, Cerutti, Barrios y Bareiro, meter al equipo en la Copa Sudamericana 2023.
Más allá de esto, la noticia que empañó un aceptable año 2022 en CASLA es que, aquel adelantamiento de elecciones acordado el 8 de julio, no se pudo llevar a cabo tal como estaba planteado porque un socio hizo una presentación en la IGJ destacando que estaba administrativamente mal convocados los comicios.
A la espera de resolver la parte política y con muy poco en lo futbolístico, Rubén Insúa logró meter al club otra vez en el plano internacional y apuesta a “ganar un título durante el año próximo". Está claro que el hincha cuervo levantará la copa, este 31 de diciembre, pidiendo ese deseo para los próximos 365 días…