Unión no consiguió los tres puntos que fue a buscar a la Fortaleza, pero se llevó un punto tras el empate con Lanús que le permite sostenerse entre los equipos que dominan las posiciones. De haber hubiese escoltado a Vélez más de cerca, pero teniendo en cuenta que el Granate se despertó en el final, el 1 a 1 le sentó bien.

Las cosas no se habían presentado de la mejor manera a Lanús, que a los cinco minutos de juego tuvo abrir la primera ventana para reemplazar a Felipe Peña Biafore por lesión. Sin embargo pronto sacó provecho de un fallo inusual para una jugada tan común como la pierna arriba de los arqueros cuando saltan para tomar la pelota en la altura.

La jugada nació con un error de Nicolás Paz que intentó reventar la pelota pero pegó en Favio Álvarez, que fue a buscar dirección al área y se chocó con Thiago Cardozo, que saltó como cualquier arquero para tomar la pelota con una pierna extendida.

Lo que no hubo fue zona de capitanes. El árbitro Fernando Espinoza hizo la vista gorda porque los jugadores que lo rodearon lo hicieron sin gesticulaciones ni gritos. Hablando la gente se entiende, pero el penal fue confirmado desde el VAR y Walter Bou no perdonó y a los 22 minutos, el local festejaba.

El empate llegó en la segunda parte, cuando después de una serie de rebotes Bruno Pittón definió en el área chica, a quemarropa, ante la figura desprotegida de Nahuel Losada. El tanto le permitió al equipo de Kily González jugar con el convencimiento de que podía llevarse los tres puntos.

Sin embargo, con la misma ambición que Unión buscó el desequilibrio, Lanús consiguió recién sobre el final del partido tener el control de la pelota y aunque no logró hacer la diferencia mostró un despliegue ofensivo que puso en aprietos al Tatengue.