"Juega Ferro", la historia de un club modelo y de hazañas que hoy se encuentra atrapado en el pasado y rehén del presente
El libro corresponde al abogado Pablo Abiad y es la cronología de un socio que ingresó en la década de los 80 y vio a la institución desmoronarse a finales de la siguiente década. De los heroísmos comandados por Carlos 'Timoteo' Griguol a los 22 años en la B Nacional, sin escalas. "Si vas a una reunión y decís que sos de Ferro, parece que tenés tres brazos o que naciste en Rumania", le dice el autor a Doble Amarilla, consciente de formar parte de una institución que no logra salir adelante.
Fue uno de los clubes protagonistas durante la temporada pasada y hoy sufre en los márgenes del olvido, nuevamente cara a cara con la pelea por la permanencia. Los hinchas de otros clubes -incluso los de Vélez- imploraron por su regreso a Primera División, pero la realidad les volvió a ser esquiva. Hablamos de Ferro Carril Oeste, un club pionero de la década de los 80 que hoy vive atrapado en su pasado y que no puede encontrar una salida inmediata y eficaz en el presente.
'Oeste', el famoso club de barrio del centro de la Ciudad de Buenos Aires, pasó de ser semifinalista del torneo pasado de la Primera Nacional a naufragar actualmente en los últimos puestos y coqueteando con la pelea por no descender, pese a que el torneo es largo. De ser el multicampeón de todos los deportes en los 80 a cumplir más de 22 años en la segunda categoría del fútbol argentino sin grandes chances de regresar.
En ese marco, el abogado Pablo Abiad, fana del 'Verdolaga' y socio vitalicio, por una propuesta que no fue propia, se animó a escribir un libro en el que cuenta sus vivencias en la institución desde los cinco años hasta la actualidad. El trabajo se llama "Juega Ferro: Timoteo, las vacaciones alegres y otras aventuras en el mejor club del mundo" y estuvo presente en la Feria del Libro como uno de las elaboraciones deportivas y culturales destacadas.
"La idea del libro no se me ocurrió a mí, sino a Alejandro Bercovich, que también es hincha de Ferro. Él le comentó a la editorial Planeta que yo venía haciendo 'La Ferropedia', que es un archivo de recuperación de historias del club, y Ale entendió que de ahí podía surgir un libro. Yo soy abogado, pero también trabajé mucho tiempo de periodista y había escrito un libro de otro tema totalmente ajeno. Lo de La Ferropedia es algo a lo que le dedico mucho en mi tiempo libre y es una forma de canalizar mi amor por el club, pero no imaginaba poder hacer un libro. Primero dije que no, después que sí y tuve algunos vaivenes, porque sentía que no iba a ningún lado, a tal punto que casi devuelvo la plata", le comienza diciendo el autor verdolaga a Doble Amarilla.
Pablo Abiad eligió centrar el libro en su vivencia adentro del club. Sus ojos son los que van mostrando en cara párrafo cómo era trasladarse de la sede al estadio y del estadio al predio de Pontevedra, entre otros sectores icónicos que todavía conserva Ferro. Su primer contacto directo con el estadio Arquitecto Ricardo Etcheverry fue en 1978, en plena dictadura militar, con el Mundial en planificación y con un Ferro que se había asegurado el ascenso para regresar a Primera División.
"Ferro nos permitía estar donde se encontraba el centro del deporte argentino de ese momento. El libro busca mostrar una historia que no había sido contada, y que es a través de los ojos de un chico, de cómo es ese club modelo. También es una historia de los 80, en el sentido que describe un mundo, una determinada época de la Argentina, los personajes, la política del momento y los consumos personales, digamos que es una pintura de época. Y creo que no es sólo para los hinchas de Ferro para la lectura, porque también se tratan los temas universales del fútbol y que se dirige a las personas que aman los deportes y quieren mucho a un club, entre otras aristas", agrega.
"El libro no es riguroso en sentido histórico de menciona todos los hechos, sino que trata de recuperar la historia del mejor club del mundo, por eso tuve que ser cuidadoso en qué tomar y qué no. El trabajo también rescata a algunos personajes, como el caso de Timoteo (Griguol). Me fui a Córdoba a conocer a su familia y ver el lugar en el que nació. Para mí es la figura más relevante de la historia del club, es el que cambió la historia y que con un proyecto de largo plazo torció la historia. Ferro era un equipo de ascensos y descensos cada 10 años. Cuando bajaba, tardaba uno o dos años en volver, no 22 como ahora. El 'Beto' Márcico, que es mi ídolo, también tiene un protagonismo en el club, al igual que 'Cacho' (Saccardi). Pero también tomé como referentes a héroes anónimos que fueron formadores, como los casos de los que yo tuve en mi infancia. Todos transmisores de valores del fair play, la puntualidad y el respeto por el contrario. Yo trato de transmitir esto sin melancolía, aceptando que el mundo cambió", describe sobre el contenido del libro.
En un fragmento del reportaje, que fue vía llamada telefónica, Abiad se quedó pensando sobre la idea de que el club de 'Caballito' se encuentra atrapado en un pasado que fue tan exitoso como maldito para todos aquellos que quisieron conducir los estribos del club. En la mayoría de los casos, ninguno pudo intentar asemejarse a ese modelo de gestión que trajo consigo campeonatos de fútbol y de todas las disciplinas, sumado a que fue reconocido por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) como un club modelo.
"Está muy bien eso, no lo había pensado en esos términos... En algún sentido se podría decir que sí, que está atrapado en esa lógica. Ferro en esa década tuvo un modelo ultra exitoso a nivel deportivo e institucional con premiaciones, cosas que no hace falta que te refresque. A partir de los 90, el club no supo reconfigurarse. Y en realidad Ferro no creó un producto exitoso en los 80, sino que comenzó en los 60 y que explotó en esa década por los logros deportivos. Cuando Argentina cambia, Ferro no sabe cambiar y cae en una decadencia de la que todavía no supo salir. Y es fuerte eso, porque vos hablas con algún futbolero, le mencionas la palabra el nombre del club y ya te dice "¡(Adolfino) Cañete, que jugador!" o "¡(Santiago) Leyden, que presidente!", todos ídolos y personas resonantes de esa época. Es muy difícil explicarle a una persona más joven, y ni te digo a los nenes que son más chicos, porque no tienen ninguna cercanía con esa historia, y para nosotros es trágico. Seguro te debe pasar, pero vas a una reunión y si decís que sos de Ferro parece que tenés tres brazos o haber nacido en Rumania", reflexiona Abiad en diálogo con este medio.
Y en esa misma línea, sostiene: "Con Ferro todo se relaciona a un pasado, principalmente porque el club no tiene un proyecto propio, y principalmente en el fútbol, desde hace mucho tiempo. El pasado en definitiva es lo que nos queda. En 'La Ferropedia' algunos me putean y me dicen 'dejen de hablar del pasado', y la verdad es que hablo del pasado porque no puedo rescatar nada del presente".
Para los desentendidos, 'La Ferropedia' es un sitio web que está exclusivamente dedicado a refrescar las historias del club, tanto de datos del pasado como de estadísticas vinculada a los futbolistas y planteles que pararon por el club.
Si bien el presente de Ferro no es para nada alentador, lo cierto es que la primera década del 2000 fue problemática. 'Oeste' tuvo dos descensos directos y ascendió en 2003 de una forma que le trajo consecuencias deportivas. En esa época, el club fue gerenciado por Gustavo Mascardi y al poco tiempo vivió una de sus crisis económicas más severas. Una crisis que también estuvo atravesada por corrupción, entregas y desmanejos. Como contó Doble Amarilla, a fines de febrero de este año condenaron, luego de 20 años, al juez Rodolfo Antonio Herrera, señalado como culpable de haber llevado adelante "prácticas organizadas de corrupción estatal". Lo consideraron culpable de haber cometidos delitos como "cohecho calificado por su condición de juez en grado de tentativa; negociaciones incompatibles en el ejercicio de la función pública y defraudación por administración fraudulenta". Por su edad (76 años) y su condición de salud (cáncer), la Justicia no lo detuvo.
En toda esa historia estuvo el socio como un activo central para poder recuperar la institución. El autor de "Juega Ferro", cuenta cómo fueron esos momentos de volver a resurgir: "El primer gran hito de Ferro post 80 fue recuperar el club por los socios, creo que eso también nos distingue. No muchos clubes tuvieron esto, principalmente porque somos un club social y con mucho involucramiento con el barrio. Fue súper significativa esa movilización para recuperar nuestro territorio. Creo que Ferro tiene una infraestructura que pocos clubes tienen, quizás porque se recuperó la idea de servicio para el socio, pero no es comparable con los 80, porque eso fue innovador y el club fue pionero en ese modelo. El club creció mucho en infraestructura, vos vas al club y explota, en los deportes hay deportes con lista de espera".
"Sí sostengo de todos modos que tiene muchos problemas institucionales y de transparencia. Y a eso se le suma que los hinchas, hoy por hoy, tenemos expectativas más altas que lo que tenemos ahora", agregó, planteando diferencias con la actual Comisión Directiva encabezada por Daniel Pandolfi.
Como Ferro no está en una situación deseada como el año pasado, en donde pocos se quejaban de la influencia de Bragarnik, ahora hay muchas dudas sobre el convenio que tiene con el club. "Los socios empiezan a preocuparse cuando lo ven materializado en cosas concretas, que son los préstamos de todos los jugadores a cualquier club para que vengan a jugar futbolistas de menor nivel. Y como eso varios ejemplos, por ejemplo la salida de jugadores y que al club no le quede nada o que vengan entrenadores sin antecedentes a gestionar un ascenso a Primera", le dice el autor a Doble Amarilla.
Sin embargo, sostiene: "Ferro no va a desaparecer nunca, aunque en el medio hay un montón de problemas. Estar 22 años en la B, si bien no es desaparecer, es tolerar una circunstancia que en otro tiempo hubiese sido inimaginable. Los socios tienen un compromiso lo suficientemente grande con la institución como para remontar lo que venga. A la larga yo creo que va a pasar, el club necesita un recambio generacional y un proyecto más ambicioso y de largo plazo. Ferro consagró figuras y obtuvo títulos en un plazo de trabajo, hoy queremos apuntar a fórmulas mágicas. Y la magia es magia: si sale sale, y sino, pasa lo que pasa... El ascenso es muy difícil, depende de un montón de factores en los que Ferro no puede estar".
Pablo Abiad es uno entre varios socios que, si bien destacaron avances -en especial de infraestructura del club-, planteó reparos con la situación deportiva actual y con el manejo de la dirigencia en algunos puntos, principalmente por el acuerdo con Christian Bragarnik. Como consecuencia de esto nace "Primero Ferro", una agrupación que busca ser la cara visible de la actual oposición.
"Primero Ferro somos todos socios de Ferro que venimos de diferentes lugares del club, algunos tienen experiencia en gestión y otros no, lo mismo en la cantidad de años. Hay una frase que dice 'no los unió el amor, sino el espanto', bueno, con nosotros se podría decir que nos unió la preocupación por la situación del club en lo deportivo e institucional. Nos reunimos después de dos hitos: uno el ascenso de Platense, que fue como una daga que nos mató hace dos años, y luego la privatización del fútbol profesional que nos llenó a todos de incertidumbre. Queremos un club más ordenado desde lo institucional, con acceso a los socios y con un clima claro en cuanto al proyecto deportivo", cierra el autor de "Juega Ferro" con Doble Amarilla.