Leonel Strumia: de Villa María a Letonia en menos de una semana
El jugador cordobés se fue a Alumni en busca de notoriedad y, pocos días después, pegó el salto internacional. En diálogo con Doble Amarilla, repasa ese momento y cuenta cómo es el deporte en el país europeo. “El fútbol es cada vez más competitivo en este país, desde el primer año que vine acá a hoy cambió mucho”, manifestó.
Leonel Strumia es cordobés, de Villa María. Se fue a jugar a Alumni buscando notoriedad en lo que él creía como su última chance y terminó viajando a Letonia en una semana.
“Pensaba que era mi último año para probar, yo ya estaba anotado en la facultad para estudiar”, cuenta. Además, analiza el fútbol de ese país y lo cataloga como “cada vez más competitivo”. Eso sí, hay algo a lo que asegura que jamás podrá adaptarse: "Acá el tema del frío es terrible, en invierno llegan a hacer -15 o .20 grados, es muy difícil salir a la calle”.
- Doble Amarilla: ¿A qué edad te fuiste a Letonia y como llegaste allá?
- Leonel Strumia: Yo me vine a los 22 años, en el año 2015. Jugaba en Alumni en el Federal B y por medio de un amigo que tengo en Villa María me habían hablado de esta posibilidad. Uno lo toma con calma porque nunca se sabe qué puede pasar, pero esto fue un martes y el jueves me llamaron para avisarme que para el domingo ya tenía los pasajes para viajar. Le tuve que contar a mi familia, amigos y al club de un día para otro.
- DA: ¿Qué pensaste cuando apareció la posibilidad?
- LS: Mi sueño siempre había sido vivir del fútbol y yo justamente ese año estaba pensando en decidir si ya estudiaba o no, estaba ya en la universidad. Por dentro, pensaba “me la voy a jugar este último año” yendo a Alumni, que en mi ciudad era otra vidriera. Yo siempre luché para que me saliera algo de donde sea. Mi familia ya sabía porque yo les había dicho que si salía algo, donde sea, yo me iba. Por suerte se nos dio, así que ahora estamos muy felices todos.
- DA: ¿Y entonces como lo terminó tomando la familia?
- LS: Mi familia sabía del esfuerzo que yo hice y estaba muy contenta igual que yo. Había tenido pruebas en Estudiantes, Vélez y por motivos extrafutbolísticos las cosas no se dieron. Quizá me faltó manejarme con representante y eso me jugó en contra, pero siempre me apoyaron, aún en los momentos más bravos.
- DA: ¿Cómo es vivir en Letonia?
- LS: Es muy lindo y tranquilo. Yo ahora encima vivo en la capital por el equipo en el que estoy. La única contra es el tema del clima, porque es muy frío. Sobre todo el invierno, donde a veces llega la temperatura a -15 o -20 grados. No tengo forma de adaptarme, así que le buscamos la vuelta. Nos vamos un mes de pretemporada a otro país, porque acá es imposible.
- DA: ¿Cómo viviste la pandemia en el país?
- LS: La pandemia arrancó muy brava, con muchas medidas y con todo muy estricto, acá eso no lo negocian. Se había liberado un poco todo y este año, cuando volví, estaba todo cerrado. Con el tema de la vacunación, de a poco van abriendo, pero con muchos cuidados y medidas.
- DA: ¿Cómo es el fútbol allá?
- LS: Es cada vez más competitivo en este país. Desde el primer año que vine acá a hoy cambió mucho, porque además en ese momento se podían poner sólo tres extranjeros en cancha y ahora ocho. Tuve la posibilidad de jugar la pre-Champions contra muchos jugadores de élite y sólo perdimos 1-0 en el minuto 90. Yo digo que el fútbol se define en la cancha y acá la liga está súper competitiva. Ahora estamos jugando para entrar a la Europa League. Es una experiencia muy linda. Lo que pasa es que en Sudamérica son menos países y los conocemos a todos. Eso acá no pasa: yo cuando vine tuve que buscar dónde quedaba en el mapa Letonia. Están viniendo jugadores de renombre y quizás no la conocen, pero la verdad que no es nada fácil jugar acá.
- DA: ¿Qué clase de equipo es el FK RFS?
- LS: El mánager que está en este equipo hoy fue presidente en mi equipo anterior por tres años. Salimos campeones juntos de la Liga y la Copa. La verdad que los dos clubes son con estructuras 10 puntos y nunca tuve problemas. Ni con los sueldos ni con nada. Este año fui papá y nunca tuve ningún tipo de problemas. Nos adaptamos también, porque es difícil ser padres y estar lejos de la familia, estando solos acá. Obviamente son cosas que no son fáciles, pero uno las aguanta porque está bien y nos sirven para nuestra vida y nuestro futuro. La verdad que el club es muy lindo en estructura, es muy lindo.
- DA: ¿Qué es lo que más extrañas de Argentina y a lo que más te costó adaptarte además del frío?
- LS: Lo que se extraña de Argentina son las juntadas con la familia y amigos. Acá son todos mucho más cerrados que nosotros allá, y más con el tema del clima. Entonces la cosa es del trabajo a sus casas. Acá casi no comemos carne porque tiene otro gusto, es medio dulce, así que eso también lo extraño. Es como que en cierta forma extrañás todo y acá ni bien hay un parate, me voy enseguida para allá. Además del clima, acá me costó adaptarme al tema del idioma, porque cuando llegué no hablaba nada. Hoy en día hablo en inglés y me manejo con eso. Por suerte me adapté y me hice un nombre acá, eso me hace muy feliz. Lo peor de todo es el tema del frío, a eso pase lo que pase jamás voy a poder adaptarme.