El deporte y la política: los más resonantes casos de figuras que se convirtieron en militantes, funcionarios o hasta gobernantes
De todos los colores políticos y de diversos deportes. Muchos llegaron a tener puestos de poder y otros no. Algunos se lucieron más en la política que en su deporte, al límite que no se conoce su pasado deportivo. El último reclutamiento de Patricia Bullrich recuerda el vínculo permanente que tiene la política con el deporte. Doble Amarilla hace un repaso de quiénes fueron las figuras que dedicaron su vida a la función pública.
Siempre de la mano o relacionados, la política y el deporte (con el fútbol como bandera) tienen infinitos puntos en común. La utilización del deporte por parte de los Gobiernos y el salto del ámbito deportivo a la política, por parte de varias figuras populares. Arrastrados por líderes que buscaban respaldo popular, movilizados por sus ideales o impulsados por la ambición de poder, muchos deportistas estuvieron en el ambiente político de nuestro país. Por eso no sorprende la movida de Patricia Bullrich de acercarse a deportistas encolumnados con su línea de pensamiento y con fuerte arrastre popular.
Nombres, cargos y deportes de origen, muchos. Y sobre todo, de todos los signos y en todos los estamentos. El caso más encumbrado es el de Carlos Reutemann. Piloto de automovilismo y subcampeón de Fórmula 1 en 1981, llegó a ser Gobernador de Santa Fe de la mano de Carlos Menem. En 1991, cuando el riojano era presidente, 'Lole' fue elegido gobernador santafesino. En ese cargo iba a tener un segundo mandato entre 1999 y 2003. Fue varias veces senador nacional por su provincia. En todos los casos representó al peronismo, en sus diversas presentaciones.
Reutemann fue varias veces impulsado como candidato presidencial, pero nunca llegó a estar cerca de ocupar el sillón en la Rosada. En sus años en la actividad política tuvo acercamientos y buena relación con diversos líderes, entre ellos Mauricio Macri y Eduardo Duhalde.
Viniendo a la actualidad, Héctor 'Pichi' Campana, eximio basquetbolista de los 90, está a cargo de la cartera de deportes de la provincia de Córdoba. Con un perfil muy alto por sus años dorados en Atenas y tras llegar a ser uno de los primeros argentinos en estar a pasos de jugar en la NBA, Campana fue vicegobernador cordobés entre 2007 y 2011 con Juan Schiaretti al mando del ejecutivo provincial. En 2011 fue candidato a intendente capitalino, pero perdió. Actualmente es presidente de la Agencia Córdoba Deportes, ente que tiene a su cargo (entre otras cosas) el estadio mundialista.
Funcionaria actual en este gobierno nacional y ex jugadora de Las Leonas (fue subcampeona olímpica y campeona del mundo, hace 20 años aproximadamente). Eso es Inés Arrondo, secretaría de Deportes de la Nación. Durante su etapa de deportista no se le conocieron manifestaciones públicas sobre política, pero ejerce el cargo desde el inicio del Gobierno del Frente de Todos. También identificado con el actual oficialismo nacional y con antecedentes de medallista olímpico, está Carlos Mauricio Espinola. Conocido por todos como ‘Camau’, es actualmente senador nacional por su provincia.
Volviendo al automovilismo, un caso particular es el de Juan Zabaleta, ex intendente de Hurlingham y actual titular del ministerio de Desarrollo Social. En los años 90 fue copiloto de TC de Luis 'Patita' Minervino. 'Juanchi' fue el acompañante del nacido en Chacabuco a bordo de la mítica coupé Chevy apodada 'la Diabla'. Fueron dos veces subcampeón de la categoría más popular del país y referentes de la marca Chevrolet en el Turismo Carretera. Terminada su etapa de coequiper, Zabaleta se dedicó a la política. Incluso, en el paso de 'Juanchi' como secretario administrativo de Amado Boudou, cuando este era vicepresidente, Minervino trabajó junto a él en cuestiones ligadas al deporte.
Del fútbol a la política, un montón. Carlos Castagneto, ex arquero de San Lorenzo, Quilmes y Gimnasia entre otros, es un caso. Encolumnado en el 'Cristinismo', el ex portero pasó por diversos cargos y puestos, destacándose su lugar en la Cámara Baja del Congreso Nacional en diversos períodos.
Héctor Baldassi también llegó a ser Diputado Nacional, en este caso por Córdoba y por el PRO. El ex árbitro no tardó muchos años en llegar a ser legislador. Se suman también, los casos de Carlos Mac Allister, funcionario de la era macrista, y Carlos Tapia (con cargos en la Provincia de Buenos Aires durante el sciolismo). Ambos compartieron plantel en Boca a comienzos de los 90.
Justamente Daniel Scioli es otro exponente del paso del deporte a la política. De extensa carrera en competencias de lanchas, llegó a ser vicepresidente de la Nación y Gobernador de la Provincia de Buenos Aires en dos períodos. Llegó con Menem a la política y convivió muchos años con los Kirchner. Actualmente es embajador argentino en Brasil y una de las personas que coordinó la logística de la Selección Argentina en la última Copa América.
Claudio Alberto Morresi es otro de los exfutbolistas que decidió incursionar en el terreno de la política. Principalmente, es un militante activo por los derechos humanos. Su hermano, Norberto, tenía 17 años cuando fue secuestrado y fusilado por la dictadura militar el 23 de abril de 1976. Sus restos fueron encontrados en una fosa común en un cementerio de General Villegas en 1989.
Morresi, de pasos futbolísticos por Huracán, River, Vélez y Platense, entre otros clubes, fue secretario de Deportes hasta febrero de 2014 durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. En la actualidad es legislador porteño por el Frente de Todos.
También está el caso del exarquero Sebastián Bértoli, quien se retiró hace poco en Patronato y decidió dedicar su vida a la política. Atajó en el club de Paraná hasta la temporada 2018-19 y es considerado uno de los ídolos del club.
Bértoli siempre estuvo ligado al peronismo desde su militancia. En parelelo con el fútbol, fue concejal de 2015 a 2019 en Paraná por el Frente de Todos. En la actualidad es el director ejecutivo del Instituto Becario, dedicado a otorgar becas y ayudas a los estudiantes en Entre Ríos.
Con la vista en 2023, Patricia Bullrich recurrió a una vieja receta, pero no por eso poco efectiva. Abrazarse a la imagen popular y querida de deportistas para cimentar con ella (y otros atributos) una campaña electoral que (se supone) la tendría como candidata a presidenta. ¿Populismo o genuino interés de participar de parte de los deportistas? ¿Alcanza con eso para sumar votos? ¿Tienen capacidad de gobernar o ejercer cargos públicos? Interrogantes que se suceden ante cada noticia de este tipo. Los resultados, como en el deporte, terminan mandando y cada uno será recordado por su gestión, algo que muchas veces pone en juego el cariño o estima que cosecharon en su etapa deportiva.