Una definición con tintes insólitos se vivió este mediodía en el mítico hermanos Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires cuando se disputaba la final de una nueva fecha del Turismo Nacional, una de las categorías más convocantes de nuestro automovilismo nacional. 

A pocos metros de la línea de meta y con la bandera a cuadros flameando sobre la recta principal, el puntero de la carrera Leonel Pernía decidió levantar el pie del acelerador y cederle la victoria a su perseguidor en la pista y en el campeonato Jonatan Castellano que recibió la misma orden desde su box y también apretó el freno. 

La decisión que llegó desde los boxes de Ford y Chevrolet era claro, no deben ganar porque suman 50 kg de lastre para la última carrera del campeonato. Obedientes ambos pilotos cumplieron la instrucción. 

Lo que ninguno de los dos observó es que en la tercera posición llegaba a bordo de su Toyota, Carlos Merlo que no levantó y se terminó llevando la victoria, se subió a lo más alto del podio y quedó como escolta de Castellano en el campeonato relegando a Pernía a la tercera posición. 

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La victoria de Merlo desató un escándalo en el box de Pernía con insultos de todo tipo entre el piloto, los ingenieros de pista y uno de los jefes del equipo Mauro García. "Hay cosas que puedo manejar desde el auto. Las que no veo, no. Hoy hipotecamos muchas chances en el campeonato, tendríamos que haber ganado. Sabíamos que Castellano iba a levantar porque no le convenía ir con 50kg a la última fecha. Cuando levanta, levanto. Nunca me avisaron que venía Merlo tercero" sentenció Pernía bastante caliente.