La fuerte historia de Miguel Torrén, el futbolista de Argentinos que sufrió la muerte de tres hermanos
El futbolista del Bicho sufrió a sus pares durante la última década en violentos enfrentamientos en la ciudad de Rosario.
Miguel Ángel Torrén, futbolista de Argentinos Juniors, sufrió la muerte de tres hermanos en violentas circunstancias a lo largo de la última década en Rosario. Este lunes falleció Luis, su par mayor, quien había sido baleado por dos individuos en el barrio Triángulo el pasado 25 de agosto.
Luis, de 43 años, fue trasladado de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde fue operado mientras se encontraba en estado delicado. A pesar de que buscaron reanimarlo, no resistió y falleció hoy.
“Te nos fuiste nomás, hermano. Peleaste hasta donde pudiste como un guerrero que eras. Ahora te toca descansar y seguro allá arriba te vas a encontrar con mamá, papá y tus otros dos hermanos, y van a volver a estar juntos ahí con Dios”, escribió el futbolista en sus redes sociales.
Y luego, agregó: “Nosotros acá en la Tierra te vamos a extrañar muchísimo. Te vamos a recordar siempre. Descansá y guíanos desde arriba. Siento un dolor inmenso con tu pérdida, pero voy a seguir jugando a la pelota como vos me decías. Ahora me tenés que mandar fuerza vos a mí para seguir adelante y no aflojar. Te voy a recordar y a extrañar hasta el último día de mi vida”.
El 24 de abril de 2010, época en la que Torrén estaba por recibir el pase definitivo a Argentinos Juniors tras estar a préstamo en el club Cerro Porteño, su hermano Walter, quien tenía entonces 32 años, fue asesinado de un disparo en una cancha de fútbol de barrio en Qompi y Aborígenes Argentinos, de Rosario.
Walter se estaba peleando con otro hombre identificado como Omar L., cuando un tercer individuo le disparó en el omóplato.
En 2020, otro de sus hermanos, Gabriel Francisco, de 36 años, apareció muerto a golpes en la madrugada del 21 de mayo en el pasaje Rolla al 4000, también en Rosario.
Si bien un pariente de la víctima y una vecina denunciaron que Gabriel había sido agredido por agentes del Comando Radioeléctrico, el informe preliminar de la autopsia determinó que ninguno de los golpes que había recibido eran mortales, por lo que los investigadores evaluaron la hipótesis de que el hombre haya muerto por debido a un “delirio agitado”, un estado producido por patologías preexistentes.