Estados Unidos y China protagonizaron una lucha mano a mano por ver quién se imponía en el medallero de París 2024, en el que en la última competencia, el básquet femenino, los norteamericanos cosecharon su oro número 40, la misma cantidad que los asiáticos. Las medallas de plata definieron todo en favor de los estadounidenses.

Pero el sábado hubo un hecho insólito que privó a los estadounidenses de hacerse con otra dorada por la decisión que tomó Shelby McEwen. En la competencia de salto en alto, empató en el primer lugar con el neozelandés Hamish Kerr y las autoridades propusieron que compartieran la medalla. Pero McEwen se negó y prefirió continuar para dirimir la competencia a favor de uno u otro.

En la serie regular, ambos superaron en el sexto y última intento los 2.36 metros. Pero comunicaron a los árbitros que seguirían para desempatar. Al bajar la barra a 2.34 metros, el de Nueva Zelanda saltó con éxito, mientras que su oponente falló y entonces se quedó con la medalla de plata.

"Lo hablamos y dijimos 'hagamos el duelo', a lo que yo contesté que estaba de acuerdo", resaltó McEwen, que recientemente obtuvo el subcampeonato mundial de atletismo en pista cubierta.

Hace tres años, en los Juegos Olímpicos de Tokio, se produjo una situación idéntica pero el catarí Mutaz Essa Barshim (bronce este sábado tras pasar los 2.34 m en la quinta barra) compartió el oro con el italiano Gianmarco Tamberi.