Finalizada la temporada de 2024 de la Fórmula 1 para Franco Colapinto, se puede decir que el piloto argentino de Williams estuvo en boca de todos por su desempeño, pero ahora también por las definiciones acerca de su futuro. No obstante, hay varias historias sobre él que no se saben, de antes de ser famoso.

Su experiencia en la “Máxima” lo expuso a niveles que jamás soñó estando en las categorías formativas. Y su explosión, a bordo del auto británico, llegó a latitudes inesperadas. Pero su carácter se mantuvo inalterable. y es que el representante argentino moldeó su carácter en aquellos lejanos días de su adaptación a Europa.

Siendo apenas un joven, Colapinto debió irse a vivir a Italia, a aprender un idioma y cultura diferentes y a hacerlo sin su familia ni sus seres queridos. Nada sobraba, salvo el hambre de gloria que lo elevó por encima del resto. Una experiencia de la que el propio protagonista rescató algunas historias. 

Las 3 historias de Franco Colapinto poco conocidas

El oriundo de Pilar se descargó y comentó las peripecias que vivió en los duros primeros tiempos en el Viejo Continente “lo más complicado fue que llegué con 14 años a un país que no conocía, gente que no conocía, estaba solo y con un idioma del que no tenía idea de cómo se hablaba".

En tal sentido Colapinto contó que se encontraba en Italia "viviendo con gente adulta en una fábrica, tratando de aprender el italiano, que no es un idioma tan complicado, pero era muy chico. Ese año fue el que más aprendí y del que más cosas pasé. Sirvió para aprender y ser la persona que soy hoy”, recordó.

También recordó lo que fueron aquellos momentos en los que vivió en la fábrica “fue complicado porque más que nada nunca había vivido sin mi familia ni lejos de ellos. Fue la fábrica de un equipo muy grande de karting, pero lo más complicado fue haber estado tantos meses sin poder volver a mi país y ver a mis amigos, a mis papás, a mi hermana. Pero eso me sirvió para hacerme más duro”., reconoció en diálogo con Infobae.

Colapinto y su Williams, la combinación que revolucionó a la Fórmula 1.

Todo ocurrió tan rápidamente que apenas hace dos años a Colapinto le tocó una situación inédita. “Empecé a entrenar con la bicicleta y en Mónaco corría con la Fórmula Renault, pero al final no pude correr porque me descalificaron por un error del equipo. Me quedé con mi compañero de equipo en su casa una semana. Me gustaba mantenerme en forma y entrenar", detalla el piloto argentino 

“Había salido a andar en bici por Mónaco. Delante tenía un Audi que frenó fuerte porque una persona puso el pie en la calle y acá respetan mucho eso y frenó de golpe. Le di al auto de lleno, de una y le pegué con la cara en el alerón que está arriba de la luneta y me partí la nariz, me abrí todo abajo del ojo y me hicieron once puntos", agregó.

Y completó: "Estaba todo sangrado, llegó la policía que me hablaba en francés y yo no tenía ni idea de lo que me decían. Tenía 17 años y fue un desastre”.

La tercera historia poco conocida de Colapinto nació de aquel accidente de tránsito. “Me vinieron a buscar en una ambulancia porque estaba hecho mierda. Llamé por teléfono a mi compañero de equipo para que me fuera a buscar”, relató quien sumó cinco unidades en el actual campeonato de Pilotos de la Fórmula 1. 

Franco Colapinto espera definir su futuro por estos días.

"En el hospital me cosieron porque no paraba de sangrar, pero obviamente no me hicieron nada en la nariz. Al otro día yo tenía una carrera en Paul Ricard y fui con la nariz rota y casi no podía respirar. Con un ojo hinchado que casi no veía. Los del equipo me querían matar”, continuó.

La historia siguió en España y volvió a su casa: “Cuando terminó la carrera me fui a Mallorca porque tengo un conocido que es médico y me puso la nariz en su lugar. La idea inicial era operarme, pero me iban a tener que poner anestesia e iba a quedar ‘bobo’ por algunos días y el fin de semana tenía carrera de vuelta. Entonces me lo tuvieron que hacer manualmente, me pusieron uno palos por la nariz".

"No me había quebrado nunca, pero el dolor que tuve fue lo peor que me pasó en mi vida. Corrí la carrera quebrado, con un ojo menos porque no veía y casi sin poder respirar. Fue una locura (fue 12° en las dos carreras de la Fórmula Regional Europea). Es lo que hay y por suerte no me aburro”, rememoró entre risas quien espera definir su futuro por estas horas.