Franco Colapinto concluyó su faena en la Fórmula 1 en Abu Dhabi, la última de las 9 carreras que le permitieron concretar el sueño de llegar a la máxima categoría abordo de un Williams. Con las dos butacas de la escudería inglesa cubiertas para 2025 por Carlos Sainz y Alex Albon, el argentino parece destinado a vivir un impasse al menos hasta 2026 y ver si se abre otra puerta para retornar.

Primero fueron los fuertes rumores del interés de Red Bull por contratarlo, aunque luego se desvaneció y el propio Christian Horner, jefe de equipo, sostuvo que tenían varios candidatos en la academia propia para satisfacer las necesidades, más allá de recalcar las virtudes de Colapinto.

Una vez concluida la competencia en Emiratos Árabes y con las palabras aún calientes de James Wolves, autoridad máxima en Williams, de que la última palabra no está dicha hasta que "la tinta en el papel esté seca", surgió una versión acerca de las intenciones de Alpine por tomar la opción de Franco. Flavio Briatore, asesor deportivo de los franceses había hablado muy bien de él al considerar que tenía cualidades para convertirse en un "súper piloto y futuro campeón".

Según Orlando Ríos, periodista de Campeones, la historia se resolvería antes del 15 de diciembre, luego de la conclusión de los tests de postemporada en el circuito de Yas Marina, donde Alpine tendrá en observación a Jack Doohan, quien no conformó en su primera experiencia en reemplazo de Esteban Ocon y concluyó anteúltimo.

Se habla de una cláusula en el contrato de Doohan que podría ser rescindido si su desempeño no es el esperado a lo largo de las seis primeras carreras. Ahí es donde entra la posibilidad de Colapinto, por quien habría que pagar un monto de 20 millones de dólares para disolver el vínculo con Williams.

Se avecinan días decisivos entonces para confirmar o descartar la última ventana abierta para meterse en la grilla de 2025.