Neymar y Cristiano se encontraron en el histórico triunfo de Oleksandr Usyk ante Tyson Fury
Los dos cracks del fútbol tuvieron un emotivo abrazo en la pelea donde el ucraniano se impuso por decisión dividida e hizo historia al quedarse con los cuatro cinturones de la categoría pesados, una hazaña sin precedentes.
Oleksandr Usyk derrotó a Tyson Fury en decisión dividida Riad, Arabia Saudita, y se convirtió en el primer campeón absoluto de los pesados en 25 años, una logro del que no hay registro en la era de los cuatro cinturones.
Fury comenzó agrediendo a su adversario, pero Usyk gradualmente se hizo cargo y el tambaleante Rey Gitano fue salvado por la campana en el noveno asalto antes de recuperarse.
El púgil ucraniano se une a leyendas como Mohamed Ali, Joe Louis y Mike Tyson como campeón indiscutible de los pesados y en el primero desde que en la década de 2000 el boxeo reconoce cuatro títulos, los de la Asociación Mundial (AMB), Consejo Mundial (CMB), Organización Mundial (OMB) y Federación Internacional (FIB).
Con la victoria, Usyk, exmonarca de peso crucero, puede legítimamente afirmar que es el mejor de esta era.
"Es una gran oportunidad para mí, para mi familia, para mi país", dijo Usyk, de 37 años, quien sirvió brevemente como soldado después de la invasión rusa a Ucrania. "Es un gran momento, un gran día", y añadió que que estaba "listo para una revancha".
Fury por su parte señaló que fue una "pelea fantástica con Oleksandr". "Creo que gané esta pelea, creo que él ganó algunos de los rounds, pero yo gané la mayoría de ellos"
Según el británico, como "su país está en guerra, la gente se pone del lado del país en guerra, pero no te equivoques, en mi opinión gané esta pelea y volveré".
Lennox Lewis fue el último boxeador en unificar los cinturones de peso pesado (tres en ese momento) después de vencer a Evander Holyfield en 1999.
Dos jueces le dieron la victoria a Usyk con tarjetas de 115-112 y 114-113, mientras que el tercero se la otorgó a Fury por 114-113.
La victoria lleva el récord profesional de Usyk a 22-0. Después de su primera derrota, Fury tiene marca de 34-1-1.
Usyk, quien suma el cinturón del CMB de Fury a sus títulos de la FIB, la AMB y la OMB, parece destinado a convertirse en uno de los grandes después de dominar a nivel amateur, en el peso crucero y ahora en los pesados.
Un Fury entusiasmado salió decidido de su esquina a comenzar la pelea y con su mayor estatura, 2.06 metros, rápidamente dominó el ritmo, manteniendo a Usyk atrás con su jab y luciéndose ante el público.
Usyk entró con algunas combinaciones rápidas mientras Fury conectó algunos golpes fuertes al cuerpo.
En el cuarto asalto, el británico se burlaba de su oponente y hacía alarde con la guardia baja. Usyk realizó dos golpes bajos en el quinto asalto y fue atrapado con un gancho de izquierda mientras Fury seguía luciendo cómodo, lanzando un gancho en el siguiente asalto y balanceándose y zigzagueando para mantenerse fuera de su alcance.
Pero el ucraniano golpeó a Fury con dos izquierdas limpias en el séptimo y conectó un gancho que aturdió al Rey Gitano en el octavo.
En el siguiente asalto, un implacable bombardeo de Usyk puso a Fury en serios problemas y el mancuniano, tambaleante y sangrante, recibió un conteo de pie antes de ser salvado por la campana.
Fury recuperó el aplomo y con la decisión en juego de cara al asalto final, ambos peleadores estaban encontrando el objetivo.
Wladimir Klitschko estuvo entre las estrellas que presenciaron el evento junto con los astros del fútbol Cristiano Ronaldo y Neymar, que militan en la Liga saudita y que, al igual que el boxeo, son agradecidos beneficiarios de la generosa inyección de dinero dispuesta por esta monarquía rica en petróleo hacia los deportes.
El recién construido Kingdom Arena de Riad, con capacidad para 22.000 personas, estaba lleno cuando Usyk salió a su paseo vestido con un abrigo cosaco verde y un sombrero de piel. Fury lo siguió, bailando Holding out for a Hero de Barry White y Bonny Tyler con una chaqueta verde sin mangas y una gorra de béisbol al revés. Así, se preparó el escenario para un choque de dos luchadores con pedigrí impecable y enfoques muy diferentes del deporte.
Fury ha tenido una carrera como una montaña rusa, con momentos bajos que incluyen una suspensión de dos años por consumo de drogas y luchas contra el alcohol, la cocaína y la depresión. Perdió 15 libras desde su última pelea, en la que lento y fuera de forma fue derribado por el exluchador de artes marciales mixtas Francis Ngannou antes de terminar ganándole en decisión dividida en octubre de 2023.
Usyk, por el contrario, ha sido el modelo de coherencia con una carrera que siempre estuvo en ascenso. El púgil de 37 años natural de Simferopol, en Crimea, tiene un récord amateur excepcional, ganando títulos europeos y mundiales y el oro olímpico en Londres 2012. Después de convertirse en profesional, unificó los cinturones de peso crucero en 15 peleas antes de pasar a la categoría de los pesados, donde le quitó tres cinturones a Anthony Joshua en 2021 y le volvió a ganar en la revancha al año siguiente.