Picados con Spinetta, vida loca con Maradona y milagros en la Puerta 12: la conexión de Charly García con el fútbol
Un artista que nunca pasó desapercibido. El fútbol en su vida no fue una excepción: es hincha confeso de River, al igual que lo era su “amigo” Carlos Saúl Menem. Siempre fue parafraseado por Diego Maradona, quien deseó haber estado en su piel aunque sea por un rato. Hizo un saque del medio que aplaudió todo el estadio y hasta jugó para Serú Girán en un picadito contra los Spinetta Jade. Vivió con tristeza el descenso del Millonario y hasta relató que fue uno de los que se salvó de la tragedia de la Puerta 12. Doble Amarilla te muestra un repaso histórico del vínculo entre el histórico compositor argentino y el fútbol.
Charly García cumple 70 años y lo celebra a lo grande. El país lo abraza, venera y reproduce cada track de su interminable obra que marcó un antes y un después para el rock nacional. Y lógicamente, como todo argentino, guarda un costado muy futbolero.
El compositor de las siete décadas siempre tuvo un acercamiento particular con el fútbol. Si no era a través de los conciertos en los estadios, era mediante ceremonias o eventos benéficos. ¿El más recordado? Su saque del medio en un partido por la Recopa Sudamericana del 2004, entre Boca y Cienciano de Perú.
De musculosa negra y con un look bastante zaparrastroso, como lo era el Charly de esa época, se acercó entre risas a la mitad de la cancha del estadio ubicado en Miami, Estados Unidos. Tomó la pelota, la ubicó en el punto central y le pegó con la derecha. Entre risas y con una señal de poder, extendió los brazos y recibió los aplausos de los hinchas presentes. “La primera vez que toca una pelota, no que le da con el pie…”, lanzó el relator Mariano Closs entre risas.
Ese mismo 2004, Charly García dejaba otra gran marca registrada para la música argentina en el Quilmes Rock del 2004, llevado a cabo en el estadio Ferro Carril Oeste. En el medio de una fuerte lluvia que amenazaba con concluir el festival, se revitalizó con la energía del público e interpretó la que debe ser una de las más hermosas versiones de “Seminare”, himno de Serú Girán. “Y si llueve y me mojo, no me enojo, porque me encojo”, decía un eufórico Charly que pasó por todo teclado ubicado en el mojado escenario.
El partido de Boca sigue siendo el más recordado. ¿Cuál es la particularidad? Charly es hincha confeso de River. No va a la cancha, pero desde su entorno siempre aseguraron que es un gran y fanático hincha del Millonario. Eso sí, de chiquito se consideraba un fana de San Lorenzo para contrariar a su padre, con quien nunca tuvo una relación amena. “Creo que fue para diferenciarme de mi viejo. Cuando me hice Gallina, 'traicioné' al Ciclón. Yo en el Gasódromo (sic) mataba. Pero en mi adolescencia me incliné definitivamente por River. Me gustó la camiseta, esos colores son alucinantes. Y porque cuando lo empecé a ver, en los 60, era un equipazo. Ermindo y Daniel Onega, Antonio Carrizo, Pinino Más. Por ellos iba a la cancha. A veces solo, a veces con amigos. Como no teníamos plata, entrábamos cuando abrían las puertas en el segundo tiempo”, le contó a Ole en una entrevista realizada en 2011.
Es más, los destinos de la vida hicieron que el rockstar argentino no fuera una de las 71 víctimas de la Puerta 12, la avalancha que ocurrió en 1968 en el estadio Monumental y que terminó con la vida de muchos hinchas boquenses. “Fue uno de los episodios más trágicos que viví. Con mis amigos entramos en el segundo tiempo y desembocamos derechito en la Puerta 12. Ahí nos dimos cuenta de que estábamos en medio de la hinchada de Boca, así que nos fuimos a la mierda. Caímos en la tribuna de River y por eso me salvé. Si no, estaba en el matadero”, contó Charly.
Las diferencias no hicieron que terminara cumpliendo con el mandato paterno que siempre imperaba en aquellas épocas. En una nota a Radio Cooperativa de Chile, sumó sobre el Millonario y el fútbol en sí: “Me llevo bien con el fútbol, pero mis piernas no. Me gusta mucho mirarlo, entiendo bastante y tengo una desgracia… soy de River. Viví el descenso como el Tano Pasman”.
Y sí, dos potencias se saludan. Charly García y Diego Maradona tuvieron carreras distintas, pero ambos fueron artistas. La otra coincidencia es que ambos pasaron por múltiples facetas en su vida. Del talento máximo al reviente. De la soledad y el abandono al brote de inspiración. De la agonía a la resurrección. Más de uno, ingeniosamente, sintetizó a Charly García como “el Diego Maradona del rock argentino”.
Charly y Diego tuvieron varios encuentros. De algunos, probablemente, todavía no nos hemos enterado. En uno de sus últimos reportajes, Maradona aseguró que si tuviera que elegir vivir una vida, sería como la de Charly García. “La mejor… ¿te contaron la de Charly?”, respondía Diego en una entrevista que le hizo Matías Pelliccioni para TyC Sports.
El rockstar estuvo en la despedida de Diego Maradona en La Bombonera por invitación especial de Guillermo Coppola. “Me pasó a buscar y fui. En cuanto llegamos, Guillote me empezó a romper para que fuera a saludar a Diego al vestuario. Me quedé un rato con él y cuando salí, porque estaba por empezar el partido, me fui. Pero eso era un quilombo de gente y me perdí. Y en vez de salir a las plateas, terminé en el medio de la cancha. Y se vino abajo la Bombonera. 'Charly...Charly...'. Y yo no podía ser menos, así que levanté los brazos y saludé. A Coppola no lo vi más. Así que me quedé viendo el partido con la hinchada de Boca. Yo les avisé que era de River, pero los pibes tenían la mejor”, contó Charly sobre esa anécdota.
Después estuvo en la histórica “Noche del 10”. Compartió esos famosos “mano a mano” que hacía Diego con sus invitados. Maradona, que vivió tanto como nadie, tenía varias inquietudes sobre Charly. Una de ellas, por cierto la más graciosa, fue la pregunta sobre qué pensó cuando se tiró a la pileta desde un noveno piso. Charly siempre se burló de los periodistas que le consultaron a lo largo de su vida los motivos para tirarse, pero con Diego fue diferente.
Entre risas y confesiones, le contó el detalle de lo que pensaba en esa caída. Maradona iba más allá y hasta le preguntaba sobre política. En 2005, pleno gobierno de Néstor Kirchner y de una movilidad ascendente en progreso tras el estallido del 2001, Charly contestó: “Sé que no es mucho, pero siento que con la Argentina, mi cuota la cumplí. Me parece bien, pero cuando hubo que poner la cara y mandar fruta, mandé fruta. La política es un refugio de profesionales y tenemos pocas opciones”. “¿Y para la juventud argentina qué hay, maestro?”, repreguntó el Diego periodista, a lo que Charly contestó entre risas: “Say no More”.
Por último, Charly se despidió de Diego en las redes sociales: “Nunca me voy a olvidar de nuestras charlas. Cuando te pregunté: ¿Qué título le pondrías a tu segundo gol a Inglaterra? Al toque me respondiste: “Miré el arco y esquivé patadas”. Siempre me alucinó tu humildad y tu capacidad de ver las jugadas antes que todos. Espero que estés en el club de los 27 con Kurt Cobain, Brian Jones y gente buena. Espérame ahí... Invita la casa. No te equivoques con el paraíso. PD: ¿Sabes lo que me dijo (Mick) Jagger cuando yo trataba de pararte porque lo ibas a cagar a trompadas?: ‘¿Éste no es el que juega al voley?’. ¡¡¡Rock and roll fierita!!! Say no more. I Love you”.
Charly García es de esas personas que lleva todo al extremo. No cree en los puntos medios ni en las construcciones en el tiempo. “Plata o mierda. Gloria o muerte”, son algunos de sus lemas y que lo caracterizaron a lo largo de su carrera. La música siempre fue un motivo, la fama y el dinero una traición pasajera.
Charly siempre reconoció que quiso ser futbolista, pero “era un queso”. “Jugaba de 9 o de arquero. Estar en la mitad de la cancha es un embole, matándote y la gloria se la llevan los otros”, agregó el Maradona de la música.
Uno de los hechos más curiosos fue cuando compartió un partido frente al ‘Flaco’ Luis Alberto Spinetta. Fue un duelo futbolero entre Serú Girán y los Spinetta Jade luego de un recital que unió a ambas bandas, en un Obras de la década del 80. La foto histórica, sacada por el excelente guitarrista David Lebón, muestra a una persona que parecía Charly siendo perseguido de atrás por Spinetta.
Sin embargo, el técnico de sonido, Gustavo Gauvry, se encargó de matar la épica de la foto: confirmó que el que llevaba el balón no era Charly, sino un asistente de producción. "El que está atrás, de pantalón negro y en cuero es claramente Spinetta. Pero el que lleva la pelota, de blanco y verde, no es Charly. Es Monitor". "Charly tenía el pelo más largo en esa época. Además era muy patadura", completó Gauvry.