En el Salón Blanco de la Casa Rosada, el presidente Javier Milei le tomó juramento al nuevo ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. El anuncio se había dado a conocer por la madrugada a través del Boletín Oficial. "Qué lujo me estoy dando", señaló el Presidente en medio de la ceremonia.

Tras la jura, el flamante ministro brindó unas palabras a la prensa y explicó las dos principales tareas de su cartera. “Argentina está un poco sobrecargada de normas y regulaciones y el presidente me ha pedido que avancemos en sacarle el pie de encima a la actividad productiva, es una de las maneras más eficaces de promover la actividad económica, el empleo y el crecimiento”, afirmó el ex presidente del Banco Central.

Una vez que abandonó la Casa de Gobierno, el flamante ministro publicó una serie de posteos en su cuenta de X repasando las tareas que tendrá a cargo y utilizó como ejemplo la derogación de una ley vinculada a un deporte centenario y que registra gran actividad en nuestro país. 

“Nuestra agenda legislativa se retomará con la ley hojarasca(s): leyes obsoletas que representan riesgos a la libertad económica, trabas, o son simplemente obsoletas (como las que regulan las carreras de palomas, obligan a trámites imposibles, o promueven la contaminación)”, expresó.

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X de Fede Sturzenegger

Lo cierto es que “las carreras de palomas”, tal como describió el flamante funcionario, se denomina colombofilia y fue promulgada como actividad deportiva el 21 de septiembre de 2015 por el Congreso de la Nación bajo la Ley 27.171 y derogando leyes provinciales que prohibían la actividad.

Esta actividad se practica desde 1886 con la llegada de los primeros ejemplares de palomas mensajeras a la localidad bonaerense de Zárate. La Ley que busca ser desregulada por el actual Gobierno entendía a la disciplina como el arte de crear y entrenar palomas mensajeras de carreras con finalidad deportiva. La colombofilia es reconocida como deporte por la Confederación Argentina de Deportes (CAD) y el propio Comité Olímpico Internacional.

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Argentina.gob.ar

La norma que fue aprobada en 2015 establece que se conoce como paloma mensajera de carrera, a la subespecie de la paloma bravía (Columba Livia), dotada de condiciones particulares en cuanto a su fenotipo y desarrollo de sus dotes naturales de orientación, que le permiten regresar a su palomar (hábitat natural) desde grandes distancias y volar en condiciones normales ininterrumpidamente para llegar a su destino.

La noticia de la desregulación de esta práctica deportiva fue un baldazo de agua fría para los colombófilos (así se llaman a los entrenadores de las palomas de carreras). A tal punto que, por lo que le dijeron desde la Federación Colombófila Argentina a Doble Amarilla, presentarán un recurso con el Comité Olímpico Argentino al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, para tener una reunión con Sturzenegger.

La palabra de la Federación Colombófila Argentina

En diálogo con Doble Amarilla, Osvado Dagnino, Presidente de la FECOAR, el órgano que regula la actividad en nuestro país, dijo: “La verdad que el posteo nos tomó por sorpresa porque esta ley nos costó muchísimo conseguir y no encuentro en qué puede perjudicar al Estado la existencia de esta ley”.

“La misma hace foco en la protección de la cría y la práctica del deporte en sí. Es un deporte mundial reconocido por el Comité Olímpico Internacional, pero es poco conocido y la ley nos da herramientas para darnos a conocer", aseguró el mismo.

Dagnino informó que actualmente tienen un registro de 136 clubes de colombofilia en Argentina y que no reciben ninguna contraprestación por parte del Estado nacional. “No le pedimos nada al Estado y tampoco hace ninguna erogación por nosotros”, expresó. 

Y luego, dio detalles de cuál es la función estatal en esta actividad: “Las palomas son superivadas por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y son atletas. Nosotros movemos más de 13 camiones por fin de semana para largar más de 20 mil palomas en las competencias y la ley permite el transporte sin ningún problema para el transportista”. 

Por último, Dagnino sentenció: “Esto nos ocasiona bastante perjuicios porque la gente a veces se queja y la ley nos ampara en este sentido y hace que no tengamos problemas en ningún municipio. Desde que existe la ley no se cerró ningún palomar en toda la Argentina”.