Si bien las tensiones entre Ucrania y Rusia por una posible intervención militar van en aumento, desde la UEFA confirmaron que, por el momento, no hay cambio de escenario para la final de Champions League, que se disputará el próximo 28 de mayo en la ciudad de San Petersburgo.

El organismo ha asegurado este domingo que "actualmente no hay planes" de trasladar de ciudad el evento final, ante una consulta que realizó la agencia alemana DPA.

Sucede que el mundo está viviendo momentos de extrema tensión por lo que podría ser un nuevo conflicto bélico de grandes escalas. Si bien Ucrania es el objetivo, la discusión central es entre Vladimir Putin y la OTAN.

Desde Rusia denuncian que la Organización del Tratado del Atlántico Norte están expandiendo su territorio hacia el este de Ucrania y que eso podría poner en extremo peligro al territorio ruso. Ante esto, el mandatario envió más de 100.000 soldados a la frontera con Kiev. A su vez, el sábado, junto a su par de Bielorrusia, exhibió una gran cantidad de armamento nuclear.

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Por otra parte, la OTAN afirmó que ve señales de que Rusia prepara un "ataque total" contra territorio ucraniano de manera inmediata. A su vez, este sábado se reportaron dos soldados muertos por bombardeos y los separatistas prorrusos llaman a empuñar las armas para defender el territorio.

La situación es complicada porque la tensión entre ambos países es máxima y varios equipos implicados han mostrado sus dudas sobre el lugar donde se celebra el evento. La UEFA contempla una opción que, más adelante, compensaría a Rusia como ya hizo con Turquía cuando dejó a Estambul sin la final de la temporada 2019/20 por la pandemia.

El organismo presidido por Aleksander Ceferin mantiene unas excelentes relaciones tanto con Rusia como con Ucrania, hasta tal punto de que al mandatario se le ha visto reunido con Vladimir Putin en diversas ocasiones, mientras que premió a Kiev con la final de la Champions en 2018.

Aleksander Ceferin, junto a Vladimir Putin
Aleksander Ceferin, junto a Vladimir Putin

A pesar de esta intención, algunos deportes ya sufrieron coletazos. El seleccionado ucraniano de basquet, por ejemplo, debió reprogramar su partido ante España, correspondiente a las Eliminatorias Europeas para el próximo Mundial.

Otro caso fueron los incidentes que se vivieron en la última semifinal de la Eurocopa en la que justo coincidieron Ucrania y Rusia. La UEFA le abrió un expediente a los ucranianos y analizarán “una potencial violación de las reglas disciplinarias”.