El arribo de las Sociedades Anónimas al fútbol de Brasil causó un fuerte impacto, desde el arribo de figuras mundiales hasta exorbitantes ventas de sus jóvenes proyectos. En la actualidad, esto significa un problema y varios directivos comenzaron a preocuparse. 

"Estamos asustados, pero tenemos que armar un equipo", expresó el presidente del Fluminense, como otros directivos y entrenadores que se enfrentan a diario con precios que "asustan" para fichar jugadores.

Según el mandamás de la campeón de la Copa Libertadores en 2023, los futbolistas piden salarios exorbitantes y sus pases cuestan mucho más que hace unas temporadas: "Desde que llegué a la presidencia, el salario del jugador que ganaba R450 mil (unos U$D75 mil al cambio actual) se duplicó", afirmó.  

Alerta en Brasil por los altos costos salariales de los futbolistas tras las llegada de las SAD: "Estamos asustados"

En la misma medida, fue tajante: “Hay volantes o defensores que ganan más de un millón de reales, imaginen lo que piden los atacantes. Las cifras asustan, no está fácil”, más allá de que el “Flu” viene de realizar la compra más importante de su historia, al comprar a Agustín Canobbio en U$D 6 millones.

"La entrada de los inversores de las SAD lo ha inflado, porque es un dinero de fuera y eso no representó un crecimiento en los ingresos de los equipos, solo un aporte", sostuvo Marcelo Paz, director ejecutivo del Fortaleza, que agregó sin tapujos: “Esta burbuja va a estallar en algún momento, de eso no hay duda. Los clubes que quieran seguir organizados lo tendrán difícil para competir, porque competirán con los que se han inflado y que tendrán mejores resultados deportivos a corto plazo”.  

Culpa de las SAD

Esta distorsión de los valores se debe al ingreso de nuevos capitales a algunos equipos, administraciones irresponsables y los patrocinios de las casas de apuestas, superiores a los de otros auspiciante.

Los veinte clubes del Brasileirao gastaron U$D 330 millones al cambio actual en refuerzos en 2024, una cifra récord e inalcanzable para sus pares sudamericanos, según una medición del portal Globo Esporte.

 Argentina, por ejemplo, en el actual mercado de pases se llevan gastados unos U$D 85 millones en fichajes, con Boca y River a la cabeza de las inversiones, un número inédito pero que no se compara con su par brasileño.

Botafogo, una SAD del polémico magnate estadounidense John Textor, desembolsó U$D 70 millones en jugadores, incluidas estrellas en ascenso como el brasileño Luiz Henrique y el argentino Thiago Almada. Con ellos, el 'Fogão' conquistó el Brasileirao y su primera Libertadores.

"No le paga a nadie y está contratando jugadores" con salarios millonarios, como el neerlandés Memphis Depay, cuestionó en octubre Cristiano Dresch, presidente del descendido Cuiabá.

Como medida de choque contra los valores elevados y para evitar potenciales crisis económicas de las instituciones, varios directivos han pedido la implementación de un 'fair play' financiero: "Es la única solución que tenemos a mediano plazo", dijo el presidente del Fluminense.

Pero la idea no satisface a todos, ya que otros buscan “paridad”: "Los clubes de arriba podrán gastar mucho dinero, y los de abajo no", dijo el dueño del Botafogo. La idea, por ahora, tiene poco eco.

Los precios elevados han obligado a algunos equipos a buscar jugadores más baratos en torneos vecinos y a fortalecer sus divisiones menores. Otros, han aprovechado la inflación para lucrarse con sus perlas.