El pasado miércoles, la Asociación Argentina de Tenis confirmó a Javier Frana como nuevo capitán del equipo Argentino de Copa Davis luego de la salida de Guillermo Coria del cargo. Esta situación hace ilusionar a Horacio Zeballos, el doblista que quedó afuera de los Juegos Olímpicos de París.

“Este año hubo cosas muy positivas y algunas negativas como no haber podido ir a los Juegos. Pero es parte del proceso que uno tiene que aceptar”, señaló el doblista de 39 años.

“Hay que ponerle el pecho y seguir adelante: no me podía quedar triste por esa situación. Le puse la mejor cara posible. Cada uno tiene sus ideas y sus pensamientos; yo banco a full mi postura. En el tenis hay revancha constante; obviamente ningún torneo se compara con un Juego Olímpico pero había que encontrar el consuelo después de esa piedra en el camino”, completó en dialogo con Página 12.

En otro pasaje, habló de su relación con Frana, afirmando: “Estoy disponible para volver al equipo. Creo que el tenis se basa en momentos y en el presente de cada jugador para formar el mejor plantel. Estoy disponible como siempre lo he estado; después dependerá del momento”.

Así mismo, afirmó que aún no hubo comunicación con el nuevo capitán: “Todavía no hablé, porque todo es muy reciente, pero tengo una muy buena relación con Javier. Lo conozco desde hace muchos años; es un referente y me encanta cómo ve el tenis, cómo transmite, cómo habla”. 

En la misma tónica, resaltó su inclusión: “Todos los capitanes que tuvimos en Argentina son ex jugadores muy buenos; uno confía en el liderazgo. Aporta muchísimo que haya sido un gran doblista porque el doble en la Davis es fundamental”.

Su disputa con Coria

Dentro de lo expresado por el oriundo de Mar del Plata, se refirió a su relación con el ex Capitan, Guillermo Coria: “Jugué varias series con Guillermo como capitán, la pasamos bien. Muchos piensan que en la Copa Davis las cosas son personales y que si uno no juega es por un tema con alguien, pero a veces no podés estar”.

“Contra Finlandia (2023) no pude por un problema familiar que atravesaba y este año arrastraba una lesión que, si bien no era crónica, pudo haberse complicado por el estrés y la exigencia de un partido de semejante volumen. Di un paso al costado y no fue nada contra el capitán; fue una decisión personal”, explicó y agregó: “Ahí empezaron los roces y las pequeñas disputas; no fue contra él, al menos de mi lado. Uno podía no estar de acuerdo con las decisiones pero para algo es el capitán. Lo respeté, aunque no lo compartía”.