El mal momento de la familia de Lautaro Martinez en la previa de la semifinal
Agustina Gandolfo, la pareja del 'Toro', compartió a través de su Instagram una insólita situación que debieron atravesar en un restaurante de Doha y luego en un centro de salud de la ciudad. El cuñado de la mujer tomó una bebida en un vaso que estaba repleto de vidrios rotos. Por suerte, no pasó nada.
Los familiares de los futbolistas que componen el plantel de la Selección Argentina acompañan desde el comienzo de esta Copa del Mundo, y siguen firmes en Doha teniendo contacto con los propios protagonistas solo una vez por semana luego de los partidos del combinado nacional.
Lo cierto es que son cientos de argentinos los que conforman esa delegación de familiares, amigos y allegados que concurren a todos los estadios y visitan la Universidad de Doha donde se entrena el plantel.
Una de esas familias, la de Lautaro Martínez, debió atravesar un mal momento en la previa del partido ante Croacia y la mujer del futbolista Agustina Gandolfo lo contó en redes sociales.
“Lo quiero contar para que a nadie más le pase porque me parece super peligroso y fuerte lo que pasó”, sostuvo y agregó: “Hace unos días, mi hermana y su novio fueron al shopping y pidieron un jugo. Cuando mi cuñado se había tomado ya media botella descubrió que adentro tenía vidrios muy grandes”
En esta línea, continuó el relato: “Acudimos a la gente del local y a la seguridad del shopping y le dijeron que tenía que ir al hospital, porque si se había tragado uno de esos vidrios podía ser muy peligroso”. Luego comentó que también acudieron a la embajada, ya que no estaban del todo seguros cómo funcionaba el sistema de salud, principalmente por el idioma.
“Nos contactaron con el dueño de la marca de jugos, el cual minimizó todo. Nos dijo que no pasaba nada y hasta nos acusó de que nosotros habíamos metido los vidrios o que pudieron haber entrado, no sé cómo, porque no sé cómo pueden entrar vidrios en un jugo”, manifestó indignada.
Gandolfo aclaró que su intención era comunicarlo para que a nadie más viviera una situación parecida. Principalmente, advirtió su preocupación por lo que podría haber sucedido si esto le pasaba a su pequeña hija Nina: “Un bebé no tiene la capacidad, como tuvo mi cuñado, de identificar que adentro de la bebida había vidrio. Incluso si él mismo se lo tragaba le podía haber perforado algo. Me parece muy grave”.
Antes de cerrar, volvió a remarcar su malestar por la forma en la que el dueño de la marca manejó lo ocurrido: “Increíble aparte lo poco que le interesó a este señor lo que pasó y como lo minimizó algo tan grave que te puede matar directamente”.