Pasó de la pobreza extrema a ser el fichaje estrella de un coloso mundial en la temporada 2021-2022, cuando apenas tenía 18 años. La historia del futbolista francés Eduardo Camavinga, jugador del Real Madrid actual campeón de la Copa Intercontinental, es digna de un guión cinematográfico.

Su numerosa familia debió huir de los conflictos en la República Democrática del Congo para refugiarse en Cabinda, una provincia angoleña. En medio de las urgencias, los Camavinga pudieron situarse en un campo de refugiados ubicado en Miconje, donde nació Eduardo en el año 2002. La actual estrella merengue tiene cinco hermanos y una hermana.

La niñez del prometedor talento no fue nada fácil. Estuvo marcada por las complicaciones y por no tener un techo fijo. Pero Camavinga encontró en la pelota de fútbol su primera gran compañía, aunque las prioridades de la familia eran otras. Sobre todo luego de que su pequeño hogar se quemara cuando él iba en quinto grado de primaria. 

Eduardo Camavinga brilla en el Real Madrid

Lo poco que tenían se redujo a cenizas y la familia del futbolista debió reinventarse. “Mi casa se quemó, pero yo al día siguiente me fui a entrenar porque me ayudó a liberar la mente y no preocuparme. El fútbol siempre me permitió escapar de mi realidad y hoy como profesional puedo darles una mejor vida tras todo lo que vivimos”, declaró Camavinga años después del terrible hecho.

Curiosamente ese momento fue el que más lo unió a su familia, y al fútbol. El joven talentoso forjó una relación duradera con el deporte y no paró hasta consagrarse para poder sacar a su familia de la precaria situación que se encontraba. 

La carrera de Camavinga

A los siete años su madre lo inscribió en un club, en el Drapeau-Fougères, donde su padre jugó en el equipo sénior. Se destacó rápido como defensor y centro delantero. Luego de un lustro fue incorporado por el Stade Rennais, con el que empezó jugando en el equipo B. 

Finalmente hizo su debut en la Primera, el 6 de abril de 2019, en un encuentro de la Ligue 1 contra el Angers Sporting Club Ouest, cuando sustituyó a M’Baye Niang en el minuto 89. El encuentro finalizó con un resultado de empate a tres. Tenía 16 años y 5 meses.

En septiembre de 2020 hizo historia en la selección de Francia y se convirtió con 17 años, 9 meses y 29 días en el futbolista más joven en debutar en el equipo mayor de Les Bleus desde 1914. Solamente dos jugadores fueron más precoces que la promesa del Rennes: Julien Verbrugghe, internacional a los 16 años y 10 meses en 1906, y Maurice Gasgiger, que debutó con 17 años y 4 meses en 1914. 

Camavinga se convirtió en el jugador más joven en debutar en la selección francesa en este siglo

Disputó el Mundial 2022 junto a “Les Bleus” y fue protagonista del mejor partido de todos los tiempos, la recordada final 3-3 contra Argentina, con una notable remontada francesa y que forzó a la definición desde el punto de penal que quedó en favor de la "Albiceleste"