Hay varias historias de jugadores que salieron de la nada y se convirtieron en estrellas mundiales. Aunque no fue el rótulo que logró el ghanes Asamoah Gyan, quien participó de la Copa del Mundo en tres ocasiones junto a la Selección de Ghana, su vida más bien parece una película de ciencia ficción: fue millonario y ahora tiene migajas.

Tuvo una carrera de ensueño, pero los conflictos matrimoniales y excentricidades lo dejaron en la ruina. Pasó de ser mejor pago que estrellas de la talla mundial de Neymar, Luis Suárez o Gareth Bale, a tener tan solo 724 euros en su cuenta.

Cuando transcurría el año 2018, comenzaron las batallas legales de Asamoah Gyan con su esposa Gifty que lo acusó de infidelidad (él también acusó de infiel y le pidió la anulación del matrimonio, sin éxito). Fue el principio del fin.

Asamoah Gyan jugó tres mundial con Ghana,

 A tal punto llegó el conflicto que se negó a hablar con sus tres hijos hasta que se hiciesen unas pruebas de ADN para confirmar que él era el padre, En 2023 un tribunal dictaminó que Asamoah Gyan era el padre biológico de los tres niños y le ordenó pagar una cuantiosa indemnización

Entre los bienes que debió Asamoah ceder luego de la manda estaban una casa en el Reino Unido, una casa de cuatro habitaciones en Accra, un BMW, un automóvil Infiniti y una gasolinera. Todo fue a parar a su ya ex esposa Gifty y a los tres hijos del matrimonio.

Gyan confesó a 'GhanaWeb' que su millonaria fortuna se había visto reducida a 724 euros. El futbolista, que entonces mantenía una relación con la influencer Nina Atalah, incluso presentó extractos bancarios de Turquía para demostrarlo y alegó que su club de entonces, el Kayserispor, no le había pagado durante meses.

Asamoah Gyan erró un penal clave ante Uruguay en la Copa del Mundo

Luego de poder rehacerse económicamente, Gyan ha diversificado sus inversiones como promotor de boxeo, cantante, fundador de la aerolínea Baby Jet, tenista, filántropo, defensor del agua mineral, magnate del arroz y los fideos (Mama Vits Noodles and Rice), magnate de los autobuses y empresario de gasolineras. Reinvención a todo vapor.

La historia de Asamoah Gyan

Surgió en su natal Ghana, en el Liberty Professionals, saltó a Europa. Pasó por Udinese y Módena. Allí vistió la casaca del Sunderland, después de que el club pagara 15 millones de euros, y conoció al DT sueco Sven-Goran Eriksson.

Jugó los Mundiales de 2006, 2010 y 2014, y decidió cambiar de rumbos. El fútbol del Medio Oriente fue su próxima escala y lo contrató Al Ain de los Emiratos Árabes Unidos, donde ganaba 193.000 euros a la semana, pero su estrambótico peinado le acarreó problemas.

Asamoah Gyan brilló en la Premier League

Pasó a China, donde nuevamente podría encontrarse con el entrenador Eriksson, y vistió la casaca del Shanghai SIPG que le pagaba 274.000 euros semanales. Fue su cúspide económica y lo ubicó como el octavo futbolista con el mejor sueldo del mundo.

Volvió a Europa tiempo después. Demandó a Kayserispor de Turquía por no pagarle el sueldo, pasó por Shabab Al-Ahli, NorthEast United y Legon Cities de su país antes de retirarse. Una vez que ganó la demanda ante los turcos, comenzó a rehacerse y a reinvertir todo lo recuperado.