Se dio la que se veía venir. Se sabía que la Juventus no es el París Saint Germain y que 3 goles de diferencia es mucho aún para una leyenda viva como es el Barcelona de Messi. Los de Luis Enrique se quedaron afuera con este triste 0 a 0 con olor a final de ciclo y ahora llegará el momento del replanteo, de anotar debilidades y fortalezas y meter mano a fondo en busca de una refundación.

En cambio los italianos están en la curva ascendente. Especialistas eternos en el momento de dividir la cancha, cerrar caminos, ocupar espacios y lograr el resultado, esta vez llega a las semifinales con todas las ínfulas ganadoras. Y con una dupla ofensiva como Dybala e Higuain que pareciera estar en el mejor momento de su aceitado entendimiento en la cancha. Juventus es cosa seria. Claro, hay que ver qué rival le depara el destino: el viernes se sortean las llaves de las semi y ahí se verá el camino. Aunque algo es seguro: un choque entre la Juventus y el Atlético del Cholo Simeone más que un partido de fútbol se parecerá a una partida de ajedrez. El espíritu prusiano aplicado al fútbol será la vedette de ese enfrentamiento que hoy solo se juega en la imaginación.