La Liga Alemana de Fútbol (DFL) anunció que abandonó el controvertido acuerdo con inversores privados para compartir los derechos de difusión de la Bundesliga a cambio de un aporte de capital para ayudar a la comercialización y la promoción internacional del campeonato.

"Debido a los acontecimientos, no parece posible continuar de manera exitosa con este proceso", señaló el portavoz del Comité de Dirección de la DFL, Hans-Joachim Watzke, en un comunicado, aludiendo a la campaña de protestas de los hinchas de todo el país en las últimas semanas.

Como forma de boicotear ese acuerdo, los aficionados se habían organizado para arrojar pelotas de tenis, monedas de chocolate y otros objetos al césped, con el objetivo de retrasar o interrumpir los partidos.

Las frecuentes interrupciones en el juego y los retrasos preocupaban a los jugadores, que se quejaron del perjuicio ocasionado a su labor, informó la agencia de noticias francesa Afp.

A cambio del ocho por ciento de los futuros derechos de televisión, la DFL debía recibir un importante capital de unos mil millones de euros para ayudarle a comercializar y promover la Bundesliga internacionalmente.

La imagen e impacto de la liga alemana está lejos de la de los campeones de Inglaterra o España, a pesar del atractivo de clubes como Bayern Múnich y del enorme éxito de público de los estadios alemanes, a menudo llenos.

"Es un buen día para los aficionados del fútbol alemán", declaró a SID, filial de la AFP, Thomas Kessen, portavoz de la asociación 'Our Curve', quien puntualizó: "las protestas fueron importantes, pero muy pacíficas y muy creativas. Han sido la clave del éxito".

Para la DFL, "todo vuelve a partir desde cero", señaló Watzke e indicó que desde esa organización se disponen a "invitar a los clubes a entrevistas" en las próximas semanas para hablar de cuáles deben ser los siguientes movimientos.