La Fiscalía de Portugal acusó este martes al Benfica y a su ex presidente Luís Filipe Vieira de varios delitos de corrupción y solicitó su suspensión de la práctica deportiva, la cual podría ser de uno a tres años.

Mediante un comunicado, el Ministerio Público del citado país, informó de que acusa a diez presuntos implicados en delitos de corrupción activa y pasiva "por comportamientos antideportivos" y delitos de fraude fiscal entre 2016 y 2019.

Además, señaló que elaboraron un plan para pasarse fondos u "otros bienes con valor deportivo" a través de "operaciones ficticias".

Problemas para Di María y Otamendi: Benfica podría ser suspendido por tres años sin competencia por corrupción

A cambio de esos fondos o activos, cada implicado "actuaría en favor de los intereses del otro (...) concretamente en lo que se refiere a los resultados deportivos". También da cuenta de un plan para malversar dinero a través de una empresa radicada en Brasil, con la que hacían negocios inexistentes para "justificar" el pago de grandes sumas en concepto de "comisiones por servicios de intermediación".

La noticia paralizó a los seguidores del equipo, que aguardan lo que sucederá de ahora en adelante, ya que de aplicarle un castigo, podría estar hasta tres años excluido de todo tipo de competencia. En el plantel, militan los argentinos Ángel Di María, Nicolás Otamendi, Gianluca Prestianni y Benjamín Rollheiser.

La postura de Benfica ante las acusaciones

Aunque la acusación no especifica los clubes implicados, el Benfica confirmó en un comunicado que la Fiscalía "responsabiliza" al club lisboeta, a su ex presidente Luís Filipe Vieira y a un antiguo asesor.

Además, en el escrito que publicó en su página web, la entidad portuguesa calificó las acusaciones de "infundadas" y aseguró que se defenderá "sin vacilar".

Mientras, la prensa portuguesa identifica al otro club señalado como el Vitória de Setúbal, que durante décadas fue uno de los principales emblemas de la primera división del país. Luis Filipe Vieira dejó la presidencia del Benfica en julio de 2021, tras 18 años en el cargo y después de ser detenido por la policía en el marco de otra investigación junto a su hijo y otros dos empresarios.