Un centro operativo en Europol vigilará amenazas a seguridad en la Eurocopa
La sede del organismo, en La Haya, Países Bajos, será la que nuclee toda la seguridad del torneo, ya que acogerá a 40 oficiales que oficiarán de enlace de 22 países participantes y anfitriones de la Eurocopa 2020. Habrá especial hincapié en las amenazas terroristas o cibernéticas, así como en la Seguridad Pública.
Un centro operativo especial creado en la sede de Europol, en la ciudad neerlandesa de La Haya, acogerá a unos 40 oficiales que oficiarán de enlace de 22 países participantes y anfitriones de la Eurocopa 2020 para coordinar las cuestiones de seguridad pública que rodean el torneo, incluidas las amenazas terroristas o cibernéticas.
En una rueda de prensa, la agencia de coordinación policial Europol presentó este jueves el Centro de Cooperación Policial Internacional (IPCC). En él estarán, hasta el 12 de julio, los oficiales de Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Hungría, Alemania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, España, Suecia y Países Bajos.
También estarán, desde fuera de la Unión Europea, los representantes de Azerbaiyán, Macedonia del Norte, Rusia, Suiza, Turquía, Ucrania y Reino Unido, además de la Interpol y la UEFA. El IPCC, de los Puntos de Contacto Nacionales de Fútbol, estará coordinado por la Policía neerlandesa, del país que acoge la sede de Europol.
"Esta configuración operativa especial se crea para permitir una cooperación rápida y proporcionar el apoyo operativo y analítico necesario para un campeonato seguro y protegido", subrayó la agencia europea.
Será una especie de centro de información central para que los agentes de las diferentes autoridades policiales nacionales puedan estar "sobre el terreno, las 24 horas del día, los siete días de la semana, intercambiando información fácilmente y recibiendo rápidamente pistas de las investigaciones en curso" sobre potenciales amenazas al torneo.
Las actividades operativas se centrarán en "la seguridad pública y las amenazas criminales" que pueden poner en peligro la seguridad durante el torneo, lo que incluye posibles delitos cibernéticos, el terrorismo, el amaño de partidos, el tráfico de productos falsificados -incluidos los certificados de PCR negativa-, así como otros delitos de propiedad intelectual.