Luego de once años sin poder hacerlo, un 21 de diciembre, pero de 2008, los socios del Racing Club volvieron a elegir autoridades. Atrás habían quedado los días de incertidumbre, la quiebra, el gerenciamiento, el vaciamiento de la institución y la intervención judicial a través del órgano fiduciario.  

El club volvió a manos de sus socios ese domingo caluroso de 2008 y la fórmula que postulaba a Rodolfo Molina y Pablo Podestá fue elegida con el 44,9% de los votos y ocupó el cargo que tantos años tuvi un gerenciador al frente hasta fines de 2011.

Las elecciones se dieron casi con normalidad, con un fuerte operativo anti fraude, y con un gran porcentaje de votantes: el 92% del padrón se presentó el domingo. Los candidatos coincidieron en destacar la importancia de la “fiesta democrática”. Desde 1997 que no habían elecciones en ese lado de Avellaneda.

Molina ganó las elecciones con un amplio margen y detrás del candidato de "Racing Vuelve" se ubicó Miguel D'Aquila; mientras que tercero fue Hugo Recchia, cuarto Daniel Lalín y quinto Salvador Azerraad. Tras once años sin ir a las urnas, los comicios se llevaron a cabo en la sede que Racing posee en Avellaneda y votaron un total de 5.116 socios. Molina ganó con 2.268 (44.9%), D'Aquila sacó 1.358 (26%), Recchia sumó 750, Lalín 558 y Azerradad 132."

"A partir de ahora Racing será un club serio, vamos a trabajar para eso. Estamos muy felices por como se dio el acto eleccionario, donde la gente votó masivamente y en paz", sostuvo el flamante presidente académico tras el anuncio de los resultados finales del sufragio. y agregó: “Lo primero que vamos a hacer es realizar una auditoria, para saber en que condiciones está el club, quienes son sus empleados, que es lo que hacen. Esto recién empieza y sabemos que el trabajo es mucho”.

En la misma jornada electoral el ganador de los comicios recibió el paso de mando de parte del interventor Héctor García Cuerva, en un breve acto llevado a cabo en la propia sede."Labramos el acta y ya está, ya no soy el presidente electo, soy el presidente formal de Racing", le dijo Molina a los socios en un escenario improvisado en la Avenida Mitre, antes de juntarse con su gente a festejar el triunfo del acto eleccionario. 

Esta lección se desarrolló a pocos días de haberse anunciado que el club levantó la quiebra, luego de haber cancelado los pasivos consolidados por cerca de 11 millones de pesos. De todas formas aún faltaba verificar por aquellos días deudas por 22.355,000 pesos (cabe recordar que la cotización del dólar era 3,47 por aquel tiempo) que fueron avaladas por inmuebles como el estadio y las sede social.

Por delante llegarían días de hacerse cargo de los múltiples juicios laborales y deudas que Blanquiceleste le dejó a las flamantes autoridades del club. Más de un centenar de litigios y millones y millones de pesos para levantar las deudas que el gerenciemiento dejó. Racing Club comenzaba a dejar atrás sus días más oscuros en su historia, al grito de “El club es de los socios” en la sede Avellaneda.

A 15 años de aquella fecha, los miembros de “Racing Vuelve” la agrupación que se impuso en aquellas elecciones recordaron el acto, a 15 años de celebrarse con afiches en la zona céntrica de Buenos Aires.