A pesar de que todos los cañones están puestos en el inminente regreso de los hinchas a los estadios del fútbol argentino, en la última reunión de la Liga Profesional hubo algo de lugar para la rosca. Según pudo averiguar Doble Amarilla, se tocó tema descensos y hubo consenso para realizar un plan gradual que lleve a 22 equipos el formato de competencias de 2026.

El anhelo de los dirigentes es el de tener un torneo sin "excedente" de equipos, similar a los campeonatos de Europa, que oscilan entre los 20 y 22 clubes. Sin embargo, debido a la crisis de la pandemia, este año y el siguiente no habrá lugar para una importante reducción.

Por eso, con sinceridad de por medio, la dirigencia del fútbol apunta a un plan gradual que pueda reducir paulatinamente los equipos, llegando así a los 22. ¿Cómo es la idea? Si bien todavía son conversaciones, hay consenso para que haya dos descensos en 2022 y cuatro en 2023, 2024 y 2025.

Con este esquema, y respetando los dos ascensos por temporada de la Primera Nacional, la cúpula de la Liga Profesional del Fútbol apunta a que en 2026 haya 22 equipos en la máxima competición argentina. Es más se empezó a trabajar en una idea para que en la próxima asamblea de AFA el día 29 de octubre se plasme este camino. Ese día debería asumir Tapia su segundo mandato, peses a que aún resta que la IGJ se expida sobre si la asamblea de marzo 2020 en la que fue electo es válida.

Según pudo saber Doble Amarilla, la idea que empezó a hablarse es que se convoque en esa asamblea ordinaria a otra nueva asamblea extraordinaria para el mismo día y en esa reunión se modifique el estatuto para plasmar el camino concreto a la vuelta a 22 equipos. Parece algo entrincado, pero lo cierto es que a esta altura no se puede modificar el orden del día de la asamblea ordinaria y por eso se convocaría a una segunda asamblea extraordinaria para horas después. Cabe recordar que para modificar un esquema de ascensos y descensos sólo se puede hacer con el voto de los asambleístas.

A pesar del consenso, hay algunas dudas entre los clubes de la Liga Profesional. La pérdida de categoría, además del desprestigio deportivo, trae consigo una reducción considerable en el presupuesto de los perjudicados. Por eso, muchos clubes comprometidos con su situación plantearon el problema y mostraron preocupación por una fuerte disminución en los ingresos. "No sabemos ni cuánto vamos a cobrar ni qué torneo vamos a jugar", se mostraron preocupados algunos presidentes que saben que tienen grandes chances de no seguir en la Liga.

Los dirigentes entienden que es una discusión que todavía tiene tiempo e ideas para llegar a un acuerdo total y que contenga a todas las partes. La misión, después de la crisis que dejó la pandemia y con una recuperación económica en el horizonte, es mejorar el formato del torneo y hacerlo lo más competitivo posible.