El balance económico en rojo de la gestión Moyano al frente de Independiente: ¿Con qué se encuentra la nueva dirigencia?
Deudas, juicios y un pasivo considerable son algunas de las cuestiones económicas con las que deberá lidiar el nuevo presidente del Independiente, Fabián Doman, al momento de poner en ejercicio su cargo. Montos exuberantes para adquirir jugadores, ventas por debajo de lo pensado y el mal manejo de recursos, dejaron al "rojo" en un momento más que delicado junto a las falencias en lo deportivo e institucional. Detalles.
La "era Moyano" en el fútbol argentino parece haber llegado a su fin y de la peor manera posible. A fines de 2017 cuando comenzaba su segundo mandato luego de la conquista de Copa Sudamericana, Hugo y Pablo no pensaban ni sabían que se venía el principio del final.
Las primeras rispideces internas empezaban a brotar, pero sobre todo comenzaban los problemas económicos ante una mala gestión. En busca de la octava Copa Libertadores, se pagaron contratos astronómicos, la mayoría de los pedidos de Holan fueron cumplidos y el resultado fue malo. El plantel se apagó y la oportunidad de equilibrar las finanzas quedó de lado. Sin jugadores ni dinero, el Rojo había caído en otro pozo.
La dirigencia encabezada por Fabián Doman no tendrá una tarea sencilla. En las oficinas de la sede, de las cuales hoy tomará posesión, esperan contratos por renegociar, inhibiciones por levantar y un pasivo que logró aprobar la última CD superior a los $4 mil millones. ¿Cómo se llegó a este caótico presente?
Desde mediados de 2019 hasta hoy Independiente tuvo -sin contar interinatos- cinco ciclos de entrenadores: un número durísimo y un síntoma del círculo negativo en el que se sumergió. El primero en suceder al "profesor" fue Sebastían Beccacece quién trajo varios refuerzos de alto costo y que ninguno, excepto Romero, estuvo a la altura de las expectativas: Alexander Barboza (3.75M), Cristian Chávez (2.15M), Andrés Roa (2.5M), Sebastián Palacios (2.3M) y Lucas Romero (4.6M).
Luego de los 6 meses que duró el mandato de 'Becca', llegó Pusineri que bajó el "costo" de las incorporaciones: Federico Martínez (1.35M), Sebastián Sosa (100 mil USD), más Ezequiel Muñoz y Lucas Rodríguez en condición de libre. Falcioni en su primer ciclo en 2021, eligió a Juan Insaurralde (Libre), Adrián Arregui (a préstamo), Jonathan Herrera (200 mil USD) y Joaquín Laso (libre). El vínculo del "emperador" terminó en diciembre de aquél año y no hubo renovación.
Posteriormente, llegó Eduardo Domínguez y, a sabiendas de la grave situación económica que atravesaba la institución, prácticamente tuvo que quedarse con lo que podía en el mercado: el regreso de Lucas Rodríguez (se había ido y volvió), junto a Leandro Benegas, Leandro Fernández arribaron con el pase en su poder.
También llegaron Damián Batallini (préstamo por un año, con un cargo de 150 mil dólares y una opción de compra de un millón y medio de dólares por el 50% del pase), más Axel Vigo a préstamo de River, Iván Marcone (2 millones de dolares) y Gerónimo Poblete junto a Juan Cazares a préstamo de sus clubes en Ucrania debido a la guerra en aquél país.
Todo esto sin mencionar los juicios que descansan en los tribunales de FIFA por futbolistas que intimaron al club por falta de pago y reclaman deudas millonarias. Las inhibiciones que deberá levantar obligatoriamente la próxima dirigencia, si es que está en sus planes incorporar futbolistas, es por las deudas con el América de México por Cecilio Domínguez (aproximadamente U$S 5,5 millones) y con el uruguayo Gastón Silva, a quien le debe U$S 1,3 millones. A eso se suma que deben seguir cumpliendo con los planes de pago vigente con los futbolistas Martín Campaña y Pablo Hernández.
A este panorama también se le suma el pleito con Gonzalo Verón, quizás el más tormentoso para Independiente y generado por malapraxis de la gestión Moyano. El club le debe al exAldosivi una suma cercana a los U$S 5 millones. Y por falta de acuerdo para renegociar la deuda, Independiente sufrió un embargo y hoy no puede cobrar lo que le ingresa por los derechos de televisión. Como frutilla del postre, hace poco Esequiel Barco, actual volante de River, le exigió al club que explique qué obras se hicieron con la donación solidaria que hizo por casi U$S 1 millón.
Cecilio Domínguez fue la compra más cara de la gestión Moyano: 6.2M de dolares y se fue por 1.7; Fernando Gaibor: 4.2M de dolares y se fue libre; Carlos Benavídez: 2.5M de dolares y se fue libre; Cristian Chávez: 2.5M de dolares y se fue libre más un juicio por incumplimiento de pago; Braian Romero: 2.3M de dolares y lo vendió en 1.5; Martín Campaña y Gastón Silva se fueron libres más un conflicto por deuda que llegó hasta la FIFA y cierra Jonathan Menéndez: 3M de dolares y se fue dejando 1M en venta.
Y podemos seguir con Fabricio Bustos, Domingo Blanco (ambos de inferiores), Francisco Silva, Pablo Hernández y más jugadores que se fueron sin dejarle un centavo a Independiente. Continuando con las malas gestiones deportivas, Silvio Romero, capitán y referente con más de 50 goles, se fue a préstamo por un año por la módica suma de 100 mil dolares. ¿Motivo? El constante desgaste con la dirigencia.
Pero no todo son jugadores. El conflicto con OCA que le hizo perder 2 millones de dólares, donde el club se presentó como acreedor ante el pedido de quiebra que hizo la empresa y así poder cobrar la deuda por falta de pago de la publicidad en la camiseta, pero el club había cedido los derechos a un fideicomiso. A ésto le podemos sumar casi dos años de mandato donde Independiente no tuvo sponsor central en su camiseta. El último fue "Caminos Protegidos", una empresa de seguros vinculada al gremio de Camioneros.
La venta de Alan Velazco por 7 millones se esfumó en el pago de diferentes deudas. Ni siquiera pudo disfrutarlo deportivamente y menos, el dinero. El cierre de la gestión que careció justamente, de alguien que gestione, deja 16 jugadores de la reserva no tienen contrato y quedan libre ahora.
Para cerrar y como muestra final: desde la llegada de Doman, trascendió que Independiente dejaría de utilizar el hotel "Scala" para lugar de concentración. Al enterarse, la gerencia del lugar le hizo llegar a la nueva dirigencia la información de que todavía hay una deuda de, aproximadamente, nueve concentraciones. Hace dos meses que los Moyano no pagan ni el hotel.