El Gobierno hace equilibrio diplomático: pese al fuerte vínculo actual con EE.UU., no apoya el boicot a los Juegos Olímpicos de Beijing
La embajada argentina en China publicó un comunicado en el que respalda la realización de los JJOO de invierno. Estados Unidos y otros países definieron no enviar autoridades debido a que consideran que en ese país se violan los derechos humanos. ¿Cuál es el rol de Argentina ante un conflicto diplomático que tiene como protagonistas a dos potencias mundiales que tienen negocios y objetivos en el país?
La cancillería argentina en China publicó un comunicado asegurando que respalda fuertemente al gigante asiático para la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, oponiéndose así al boicot diplomático que anunció Estados Unidos y que apoyaron otros países como Canadá, Australia y Gran Bretaña. El equilibrio diplomático ante dos potencias que tienen negocios, objetivos e intereses en el país.
La Casa Blanca profundiza las tensiones con China y la administración de Joe Biden movió el tablero geopolítico con una jugada que tiene coincidencias con los tiempos de la Guerra Fría. En 1980, cuando Rusia era la encargada de organizar los JJOO en Moscú, el gobierno de Jimmy Carter no permitió la participación de atletas, una gentileza que luego fue devuelta por la Unión Soviética para la cita de Los Ángeles 84.
En esta "remake" diplomática, Estados Unidos decidió dejar afuera de la discusión a los atletas olímpicos y se centró en la parte política. Los deportistas tienen pleno derecho de viajar a los Juegos Invernales, pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Dijo Psaki, anunció que “el gobierno de Biden no enviará ninguna representación diplomática u oficial a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Beijing 2022 dado el genocidio y los crímenes de lesa humanidad en curso de la República Popular China (República Popular China) en Xinjiang y otros abusos de los derechos humanos”.
Se trata de una medida que fue muy discutida puertas adentro entre los representantes del actual gobierno de los Estados Unidos. La diferencia era de forma: mientras algunos sectores planteaban lanzar un mero mensaje diplomático, otros directamente anhelaban con un "boicot deportivo" prohibiéndole a los atletas la posibilidad de participar, algo que en la Casa Blanca lo vieron como "excesivo". La medida busca, según la postura norteamericana, denunciar la represión contra los musulmanes uigures en Xinjiang, China.
Como respuesta a todas estas acusaciones, China publicó la semana anterior un libro blanco denominado "China: democracia que funciona", en la que presenta sus valores y su forma de convivencia democrática. “Durante los últimos 100 años, el Partido ha liderado al pueblo en la realización de la democracia popular en China. El pueblo chino ahora realmente tiene en sus manos su propio futuro y el de la sociedad y el país”, cita uno de los pasajes que funcionó como contraofensiva contra la denuncia de Estados Unidos y otros países.
Argentina fijó con velocidad una postura que se debatió puertas adentro, pero que terminó siendo consensuada por todas las partes. La cancillería argentina en China, en representación de Sabino Vaca Narvaja, publicó un comunicado respaldando de manera "fuerte" la realización de los Juegos Olímpicos de Beijing 2022.
"Desde su anuncio, Argentina fue uno de los primeros países en apoyar a China en la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno en su capital y alrededores, que coincidirá con el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales. En este sentido, el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, reafirmó este respaldo durante la celebración virtual de un encuentro de la Subcomisión de Deportes con su par chino el año pasado", expresó cancillería en un comunicado, sumado a que resaltó el último encuentro diplomático entre los cancilleres Santiago Cafiero y Wang Yi en la Cumbre de Líderes del G-20 en Roma.
En ese marco, el canciller Vaca Narvaja se reunió hoy de forma virtual con el Comité Olímpico Argentino junto a funcionarios de la Embajada y el Cónsul General Argentino en Beijing. En el encuentro estuvieron presentes Magdalena Kast (jefa de Misión y, además, presidenta de la Federación Argentina de Ski y Andinismo -FASA-) y Álvaro Rosset, del Comité Olímpico Argentino, con quienes "se conversó acerca de los requisitos y protocolos para el ingreso de la delegación argentina de deportistas a la República Popular China en el marco de la competencia y la posibilidad de ampliar la cooperación teniendo en cuenta las restricciones por la pandemia", dice el comunicado.
Antes de este comunicado, el embajador de China en la Argentina, Zou Xiaoli, compartió un zoom con periodistas argentinos y lanzó duras críticas a Estados Unidos por el boicot, acusándolos de "privatizar, politizar e instrumentalizar la democracia y utilizarla como un arma".
"EEUU, haciendo caso omiso de las fallas estructurales y la práctica problemática de su sistema democrático, se ha autoproclamado como 'faro de la democracia' y 'modelo de la democracia', ha tenido injerencia frecuentemente en los asuntos internos de otros países y ha librado guerras externas bajo el disfraz de la supuesta democracia, lo cual ha creado turbulencias y desastres humanitarios en muchos países y regiones", cuestionó.
El coqueteo con los dos mundos
Argentina tuvo que hacer un equilibrio diplomático con la misión de no "ofender" a ninguna de las dos potencias mundiales que tienen negocios, visiones y objetivos estratégicos en el territorio argentino.
El actual Gobierno nacional presenta diferentes miradas sobre cuál debe ser el país con el que se deban profundizar las relaciones bilaterales. Si bien durante los gobiernos de Cristina Kirchner hubo una visión de fortalecer los lazos con Rusia y China, entre otros países, hoy en el Frente de Todos existen muchos dirigentes que tienen muy buena sintonía con el país del Norte que, dicho sea de paso, tiene poder de veto en las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el préstamo de U$S 45 mil millones que se busca renegociar.
Los dirigentes oficialistas que hoy presentan buen vínculo con la administración de los Estados Unidos son Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia; Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados y de excelente relación con Juan González Román, Director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional y asesor de Joe Biden, y Juan Manzur, el jefe de Gabinete de Ministros de muy buenos vínculos con inversores norteamericanos. A eso también se le suma el ministro de Economía, Martín Guzmán, de formación académica en Argentina y Estados Unidos y de permanente diálogo con el staff del Fondo.
Béliz, un hombre del riñón de Alberto Fernández, tuvo numerosos encuentros en el último tiempo con políticos y personas de peso en Estados Unidos. Su buen vínculo se materializó en el último tiempo con medidas concretas como los nuevos préstamos que el Gobierno firmó con el Banco Mundial por U$S 2.000 millones para programas de desarrollo.
La buena sintonía de Argentina con Estados Unidos tiene como objetivo central poder llegar a un acuerdo con el Fondo que implique una reducción de las sobretasas, una quita de intereses y mayores plazos para poder honrar los compromisos sin que afecte a la recuperación económica post pandemia del covid-19.
Pero el planteo estratégico argentino tampoco es descuidar la relación con China, que tiene importantes negocios en el país y con importantes acuerdos bilaterales, como el que se realizó el año pasado entre los bancos centrales de ambas naciones para fortalecer las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Una importante fuente de Cancillería le manifestó a Doble Amarilla que Argentina, en términos diplomáticos, apoya a China en todos los foros multilaterales y comparte la idea de "un mundo Multipolar más equilibrado en donde ningún país se imponga sobre otro o trate de imponer su modelo".