FIFA busca un Congreso sin roces: posterga el debate por el Mundial cada dos años para 2023 y se analiza "plan B"
Con la oposición de UEFA y Conmebol, Infantino no encuentra aún consenso para su iniciativa de una Copa del Mundo bienal. Para evitar roces, el tema ni si quiera está en agenda en este Congreso. Ya hay algunas conversaciones informales para llegar a un nuevo proyecto alternativo acordado por una gran mayoría. Sin embargo, desde Zúrich no dan por muerta la iniciativa del presidente. El reclamo de Rusia, el único tema álgido en el cónclave del Consejo.
“Tiene que ser un Congreso de unión. No es momento para roces. El Mundial cada dos años es un proyecto que está en stand by. Hoy estamos a 8 meses de la Copa del Mundo y hace poco se tuvieron que tomar decisiones importantes como la exclusión de Rusia. No es momento de temas que no tienen consenso”, reconoce ante Doble Amarilla una calificada fuente de FIFA de cara al Congreso que el ente que ruge al fútbol mundial tendrá este jueves en la ciudad de Doha.
El controvertido proyecto que impulsa el presidente Gianni Infantino, por el momento, parece estar lejísimos de concretarse. Esta semana FIFA oficializó que el tema no estará en el orden del día y todo indica que no será 2022 el año para debatir profundamente ni llevar a votación esta iniciativa a la que se oponen férreamente las dos confederaciones más importantes del mundo: Conmebol y UEFA.
Infantino aceleró en 2021 para intentar conseguir una buena cantidad de apoyos que le permitieran llevar rápidamente el proyecto a votación. Para esto hizo giras por diferentes países del mundo. La escala más álgida la tuvo en Sudamerica donde decidió visitar países como Argentina y Colombia. De esas reuniones se llevó el abrazo de los presidentes y la promesa de estudiar el proyecto. Sin embargo, semanas después, los 10 titulares de las asociaciones de Conmebol votaron unánimemente un rechazo a la iniciativa.
Sin el apoyo de Sudamérica y Europa se inició una especia de “guerra fría” entre Zúrich, Nyon y Asunción. Si bien el presidente de FIFA contaba técnicamente con los votos para que se apruebe el Mundial cada dos años, hacerlo a espaldas de las dos confederaciones que nuclean a las mayores potencias mundiales no era una opción viable. Eso hizo que se llamara a un Summit para evaluar y plantear alternativas. Sin embargo, en esas conversaciones no hubo ningún tipo de avance y allí ya se empezó a vislumbrar que tampoco en este Congreso a desarrollarse en Qatar iba a haber posibilidad de abordar el tema.
La discordia por la Copa del Mundo generó además una alianza entre UEFA y Conmebol que se plasmó con la firma de un entendimiento para trabajar en competencias conjuntas como la Nations League y hasta la apertura el próximo martes 4 de abril de una oficina conjunta en Londres para analizar proyectos en común.
Este combo obligó a FIFA a poner paños fríos y hacer replanteos. Estratega, el mismo Infantino reiteró en varias oportunidades que el objetivo es llegar a un consenso sobre un nuevo calendario global (el actual se vence en 2024) y que está abierto a escuchar alternativas.
La oposición de UEFA y Conmebol es también acompañada por las ligas y por la poderosa Asociación de Clubes Europeos (ECA), que preside actualmente el dueño del PSG, Nasser Al-Khelaifi, aunque no con las mismas intenciones. De hecho, los clubes pugnan no sólo para que el intervalo mundialista sea más corto sino que pretenden acortar el calendario de partidos de las elecciones.
Esta semana la ECA tuvo su asamblea en Viena y entre los invitados estuvieron el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, junto a su par de UEFA, Aleksander Ceferin. "Para nosotros no es una idea, básicamente, así que no creemos que haya que discutirla (...) no existe. Creo que no puedo ser más claro", dijo el qatarí sobre la iniciativa de Infantino. Según aseguraron diversas fuentes a Doble Amarilla en las reuniones de Viena el comentario generalizado era que la iniciativa tal cual como la presentó Infantino “está enterrada”. El mismo Ceferin había dicho hace menos de un mes que FIFA renunciaría al proyecto que hoy tiene como líder a Arsene Wenger. Aunque reconocieron que él haberla sacado del orden del día del Congreso FIFA ayuda a mejorar la relación con los opositores.
Según pudo saber este medio, informalmente se empezaron a barajar alternativas y ya se piensa en poder lograr un plan B para presentar en las discusiones propuestas por FIFA. Sin embargo, desde Zurich desmienten tajantemente que el proyecto esté caído y sólo plantean que no es momento para avanzar. “El Mundial bianual es una parte del debate amplio sobre el nuevo acuerdo de calendarios que hay que hacer. Los clubes tienen que entender que las selecciones tienen que competir. Seguramente luego del Mundial se retomarán las charlas para llegar a un proyecto consensuado.”, insiste una fuente de FIFA.
La decisión sobre Rusia, en el foco
Pese a las diferencias, hubo un punto de acercamiento entre FIFA y UEFA en las últimas semanas y fue el rechazo en conjunto a la invasión ordenada por el gobierno e Vladimir Putin a Ucrania y las sanciones que ambas impusieron a Rusia. Entre las represalias a la decisión del Kremlin están la exclusión de Rusia del Mundial y de los equipos rusos de las competiciones europeas. Así como también se mudó la final de la Champions League de San Petersburgo a Londres.
El tema Rusia es seguido con mucha atención no sólo en seno de FIFA sino también por toda la dirigencia del fútbol mundial. Hasta el momento la federación rusa recurrió ante el TAS la exclusión del mundial y de las competencias europeos. El tribunal ya falló contra esas apelaciones, sin embargo esas decisiones no son vinculantes respecto a la resolución de fondo que debe tomar. Pese al reclamo, este martes Polonia terminó accediendo por el repechaje a la Copa del Mundo. Los polacos jugaron el partido decisivo ante Suecia, pero antes deberían haber jugado una eliminatoria ante los rusos, que nunca ocurrió por la sanción.
En FIFA preocupa que ahora plasmada la clasificación de Polonia, los rusos intenten romper con la armonía que se busca en el Congreso. Es que en la previa del Congreso se llevará adelante el Consejo de FIFA. En ese encuentro se debe ratificar las decisiones tomadas por el Bureau sobre rusia y también sobre los permisos de transferencias para jugadores que se desempeñaban en clubes ucraniano. Cualquier reclamo ruso en el seno del Consejo podría reflotar el debate y obligar a repetir condenas.