La foto menos pensada llegó este mediodía desde Asunción nada más y nada menos que en el marco del histórico anuncio por el Mundial 2030. Claudio "Chiqui" Tapia y Karina Milei compartieron escenario con la Copa del Mundo como telón de fondo. Lejos de la batalla judicial, política y mediática que viene librando el Gobierno contra la AFA desde hace exactamente un año, el lobby del hotel Bourbon pareció el escenario ideal… ¿para un acercamiento?.

"Es un honor que seamos sede para el Mundial 2030 para todos los argentinos. Les agradezco que cuenten con nosotros", fueron las escuetas palabras que esgrimió la secretaria general de la Presidencia. Karina, también, aprovechó el momento para fotografiarse con ex campeones mundiales como Mario Alberto Kempes, Alberto Tarantini, Oscar Ruggeri y el hoy secretario de Conmebol, Nery Pumpido.

En Asunción, primero causó sorpresa la confirmación de la presencia de un Milei. Es que el Presidente de la Nación fue invitado en abril al Congreso de Conmebol donde la confederación y las asociaciones presentaron formalmente la candidatura ante FIFA. De ese evento participaron el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou y su par del Paraguay, Santiago Peña. En su lugar, Milei envió a un funcionario de tercera línea de Cancillería. Más cerca en el tiempo, también fue convidado a ser parte de la cena de finalistas de Copa Sudamericana en Paraguay con motivo de que Racing era finalista y de la cena de la Final de la Copa Libertadores realizada en el Centro Domingo Faustino Sarmiento (Ex Centro Cultural Kirchner). El Presidente decidió rechazar las invitaciones. Esta vez algo cambió y decidió enviar a una pequeña comitiva liderada por la Secretaria de presidencia y por el vocero presidencial, Manuel Adorni.

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Doble sorpresa

La presencia de Karina fue una sorpresa, pero lo que más sorprendió fueron los diálogos y la cordialidad pública que mostraron con Tapia al compartir escenario. Claro, primero hay que recordar que durante este primer año, el gobierno libertario apuntó gran parte de su arsenal hacia la Casa Madre del fútbol argentino. Primero con el nombramiento de Daniel Scioli en la Secretaría de Turismo y Deportes. Fiel a sus convicción, a penas fue nombrado, Scioli se olvidó de sus días de amor con AFA como cuando era embajador en Brasil y pedía en Viamonte que le den acceso al campo de juego y vestuario de la Copa América (aquella que se jugó en pandemia) para poder retratarse con Messi y el resto de los "muchachos". 

Al asumir se enarboló bajo la causa de las Sociedades Anónimas Deportivas. Una gesta que no era propia, de hecho Scioli militó en contra de la privatización del fútbol y hasta presentó un proyecto para prohibir las SAD cuando era diputado. Nuevo rol, nuevas ideas (antagónicas a las anteriores), Scioli mutó su discurso de elogios a Tapia por críticas cotidianas. Su objetivo central y casi único en el deporte pasó a ser intentar instalar las SAD, un viejo anhelo de justamente quien lo privó de la presidencia de la Nación en 2015: Mauricio Macri. El pacto electoral Macri-Milei tenía y tiene en uno de sus capítulos el compromiso por parte del libertario de lograr que los clubes puedan pasar a manos privadas a Scioli se le encomendó la ejecución de ese plan.

Para ese objetivo, Scioli elogió a un enemigo de AFA (y de gran parte del fútbol): el polémico empresario Guillermo Tofoni. Se les unió luego al equipo su pareja y diputada Juliana Santillán, de escaso conocimiento en la industria del fútbol pero muy entusiasta en aprender de cuanto empresario se acercara a su despacho. Su movida más fuerte fue intentar el desembarco en argentino a del magnate Foster Gillett, hijo del ex dueño del Liverpool. El detalle que omitieron quienes le presentaron al multimillonario es que junto a su padre formaron parte de una gestión que casi hace desaparecer al histórico club inglés y que los hinchas los obligaron a desprenderse de sus acciones. Hoy pasado un año, salvo insípidas iniciativas de clubes enfrentados a la AFA como Estudiantes de La Plata, las SAD siguen cosechando masivos rechazos.

Derrotas, ¿y acercamiento?

El otro frente que libro el Gobierno, y quizás el que suponía ser más difícil para AFA, fue el judicial. Ahí la pelota se la pusieron en los pies al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Cúneo tiene antecedentes como dirigente de fútbol ya que integró la Comisión Directiva de Racing Club y se presuponía que conocía las dos canchas. Su misión era doble: conseguir el respaldo legal al DNU que habilitaba el ingreso de las SAD y voltear, mediante Inspección General de Justicia, la asamblea de AFA que le dio a Tapia la reelección y la posibilidad de dos nuevos mandatos. Luego de una decena de fallos de primera y segunda instancia en contra, Cúneo naufragó en su terreno más fértil. En Tribunales corre un chisme que refleja lo dolorosa de la derrota del ministro. Cuentan que llamó un jueves a un operador del poder judicial y éste le confirmó que estaba todo listo para que la Justicia anule la reelección de Tapia. El operador le aseguró que el fallo se iba a publicar el lunes. Cúneo cumplió rigurosamente en primero avisar en Barlcarce 50 y luego en celebrar. El festejo se le atragantó cuando el viernes a última hora se enteró que la Cámara ratificaba la asamblea y la continuidad de Chiqui. "No salía el lunes?", se lo escuchó reclamar por teléfono atónito.

No sólo eso. La derrota del Gobierno fue total cuando AFA, días después, mudó su dirección legal al Predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza e inscribió a la Asociación en Personas jurídicas de la Provincia de Buenos Aires para ya no depender de IGJ. Así, el Gobierno de Milei quedó sin poder lograr su objetivo central: intervenir la AFA. Otro dato curioso que muestra el intento de acercamiento con AFA y la desorientación del Gobierno fue que mientras se daba el cambio de jurisdicción, el titular de IGJ, Daniel Roque Vítolo, se reunió a solas en un domicilio particular con Claudio Chiqui Tapia. El objetivo de esa reunión fue poco claro. Lo raro es que presuntamente Vitolo no sabía aún que el organismo que preside ya no tenía jurisdicción sobre AFA pese a que ya en su despacho estaba la notificación de la mudanza.

Este presunto intento de acercamiento genera debate interno en el Gobierno. La imagen de un Tapia diplomático que se mostró hasta sonriente con "La Jefa" Karina Milei mareó a varios. Un acercamiento real entre un Tapia hoy nuevamente empoderado (a fuerza de fallos favorables) y Milei puede tener una lectura triunfal para AFA o de fragilidad en la victoria. Veremos cómo sigue el segundo tiempo.