La rosca de la Copa Argentina no para
El segundo certamen en importancia, que entra en etapa de definición, se roba toda la atención en este semestre. En AFA, miran de reojo. En los clubes, buscan sacar ventaja. El teléfono del organizador, en llamas. Se juega adentro, y afuera de la cancha.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Nuevamente no para de sonar el teléfono del director de la Copa Argentina, Alex Ganly. La rosca tiene un eje y está que arde: todos llaman y piden por el día, hora y lugar de los partidos por los Octavos de Final de la Copa Argentina. Como cada vez que están listos los cuadros de los partidos a jugarse, a los dirigentes de los clubes no les alcanzan las manos para llamar y llamar a Ganly, que ostenta el cargo de Gerente de Organizador de Eventos en Torneos, sello que tiene bajo su ala la Copa Argentina.
Mientras tanto AFA sigue mirando de reojo esta Copa que no le da ninguna ganancia y cada vez es más apreciada por los clubes porque además da un lugar directo en la Copa Libertadores. Tal como señaló Doble Amarilla en las últimas semanas, ese fue el último regalo de Julio Grondona a Torneos: darle al campeón copero una plaza en la Libertadores para que todos los grandes jueguen “a full” la Copa Argentina. AFA, de esa situación, no recibe nada y ve el banquete de afuera.
La nueva disputa es (otra vez) entre la dirigencia de Rosario Central y la de Boca. Con un pasado muy triste para el fútbol argentino como fue la final ganada por el Xeneize dirigida por el hoy retornado Diego Ceballos (y que ya tuvo un duelo en la siguiente edición, que fue ganado por los rosarinos), de nuevo empezó una guerra de llamados que no tienen fin.
Estaba dispuesto jugar el 27 de septiembre. ¿La sede? Podría ser en Buenos Aires, y hay quienes no descartan Mar del Plata. Rosario Central aceptaría jugar en terreno bonearense pero lo que no negocia es la fecha del partido: el Canalla quiere jugar el 28 aduciendo que Boca juega el sábado anterior y ellos el domingo. No quieren dar 24 horas de ventaja. En ese escenario, Alex atiende y escucha. Luego, decide. Y espera que no lo llamen “de arriba”, como suele pasar, para pedirle una mano para tal o cual club.
Toda esta situación representa un manoseo difícil de describir. Muchos señalan que los torneos barriales o intercountries son más organizados que la Copa Argentina, que es el torneo federal de más importancia en Argentina. Es tal la desorganización, que Formosa estudia seriamente dejar de ser sede. ¿El motivo? En el norte consideran que el canon de 20 millones por año, más la obligación de pagar todos los gastos de las delegaciones y la apertura del estadio en cada partido, es excesivo. Son 10 los partidos que recibe Formosa a cambio de ese dinero, pero hasta días antes de los encuentros, no saben que partido albergarán en su estadio. En la amplia mayoría de los partidos, aseguran, terminan perdiendo millones de pesos.
Presionan los DT y los jugadores, que no quieren viajar. Presionan los gobernadores que quieren tener sus partidos para sacarse fotos con personalidades del fútbol. Presionan los organismos de seguridad para evitar los viajes de las hinchadas ya que en este torneo está permitida la presencia del público de ambos clubes. Presionan desde AFA para ayudar a algún amigo. Presionan desde la TV, por los horarios de los partidos. Como se ve, presionan todos, pero Alex hace equilibrio e intenta dejar contentos a todos. Lo cierto, es que no siempre lo logra.