Presión de Provincia para parar el fútbol y dudas en el Gobierno y entre infectólogos
Luego de que desde la Provincia de Buenos Aires se pidiera que se frene la pelota por unos días, el tema no fue abordado en la reunión entre el Jefe de Gabinete y los especialistas que asesoran al Gobierno, según pudo confirmar Doble Amarilla. Tampoco hubo aún diálogo entre la Casa Rosada con las autoridades del fútbol. Kicillof cree que un freno al deporte sería un buen mensaje para que la sociedad digiera la gravedad de la delicada situación epidemiológica. Se vienen 72 horas clave.
“No se habló de parar el fútbol en la reunión con el Gobierno y tampoco hay unanimidad entre los infectólogos respecto a la necesidad de que se frene”, resalta a Doble Amarilla uno de los especialistas que participó del encuentro que ayer por la tarde mantuvieron en Jefatura de Gabinete con las autoridades nacionales. Sin embargo, desde la Provincia de Buenos Aires consideran que una medida así ayudaría a que la sociedad tome dimensión de la gravedad de la segunda ola de coronavirus y presionan para que se aplique.
De la reunión, en parte presencial y en parte virtual, participaron el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la ministra de Salud, Carla Vizzotti; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro. En el cónclave, se decidió mantener las actuales medidas y dentro de 72 horas evaluar nuevas restricciones a la circulación, pero también la posibilidad de que vuelva la presencialidad escolar de manera gradual.
Sin embargo, en esta reunión no estuvo presente en la mesa la discusión sobre el fútbol profesional. Tampoco lo estuvo en zoom que por la tarde tuvieron los especialistas para llevarles una postura unificada el Ejecutivo. Entre los infectólogos, la opinión está dividida. Hay quienes piensan que frenar los partidos unos 15 días podría ser una medida “simbólica” que ayudaría a la población a digerir eventuales nuevas restricciones de circulación. Pero hay otros que entienden que el fútbol ya tiene sus protocolos y su continuidad o su parate no modificaría en nada la situación epidemiológica actual. “Sería una medida más tribunera que efectiva”, resaltó uno de los participantes del encuentro a este medio.
Ese mismo pensamiento tienen en Casa Rosada. Creen que una medida así no ayudaría demasiado a frenar la propagación del virus, pero caería bien en una parte importante de la población en la que desde hace días pegó el slogan "aulas cerradas, pero fútbol abierto".
Por el momento, en el Gobierno Nacional no se analiza con certeza pedirle al fútbol que frene la pelota. Sin embargo, desde la Provincia de Buenos Aires tienen otra visión. Este lunes el ministro de Salud bonaerense dijo que el fútbol no debería estar exceptuado de las restricciones. "El fútbol profesional también se tiene que suspender. No podemos empezar con las excepciones. Sería un ejemplo para la sociedad”, lanzó Gollán. Y completó: "Después nos dicen 'cierran las escuelas pero mantienen el fútbol'. Seguramente el fútbol mueve menos personas, tal vez 300 por partido, pero también hay que suspenderlo e ir a un cierre estricto por 15 días. Cuando digo todo, es todo".
Las palabras del ministro repicaron en el fútbol, pero también en Casa Rosada, con cierta preocupación. Es que muchos interpretaron los dichos del ministro como un anticipo de un inminente reclamo por parte del gobernador, Axel Kicillof, al presidente Alberto Fernández. Muchos recuerdan aún cómo pesó el pedido del mandatario provincial en las restricciones que se aplicaron hace dos semanas.
“El Gobernador viene pidiendo hace un mes que hay que cerrar todo. Cerrar todo es cerrar también el fútbol”, resaltan fuentes del despacho de Kicillof admitiendo que se planteará formalmente esa medida a la Casa Rosada.
Desde el fútbol, insisten que un nuevo parate sería duro y temen que no sea sólo por 15 días. El año pasado fueron 227 jornadas de stop. Además, resaltan que en las últimas semanas se ajustaron los protocolos y se concientizó a los jugadores que se habían relajado bastante en su comportamiento individual y grupal.
Pese a los temores, hasta el momento no hubo contacto entre las autoridades de AFA y la Liga con el Ejecutivo ni hubo ninguna sugerencia o anticipo de nuevas restricciones.
Las próximas 72 horas serán clave para ver si se impone la postura Kicillof o si la pelota, por ahora, sigue rodando.