Un opositor irreverente: la bronca del Presidente de Uruguay con su Subsecretario de Deportes por la postulación a la AUF
Pablo Ferrari, se presentará como la cabeza de la única lista opositora a Nacho Alonso, en el acto eleccionario que se llevará a cabo el próximo 16 de febrero. Dicha postulación causó bronca y algo de resignación en el seno del gobierno uruguayo ya que a pesar de que el propio Presidente, Lacalle Pou, le pidió que desistiera de su candidatura, Ferrari, actual Secretario de Deportes, pedirá licencia formal en la función pública y participará de las elecciones.
La política y el fútbol mantienen relaciones cercanas desde tiempos inmemoriales en Argentina y en el resto del mundo. Desde agrupaciones políticas que entonan canciones de cancha a fotos y visitas oficiales de protagonistas con los miembros de los gobiernos de turno o su oposición.
En este caso, la política y el fútbol se cruzaron con intereses contrapuestos y que deberán dirimirse antes del 16 de febrero más precisamente en Uruguay.
En el seno del Gobierno que encabeza Luis Lacalle Pou hay mucha bronca y algo de resignación con Pablo Ferrari, su Subsecretario de Deportes. La razón es simple y clara: Ferrari no debía postularse como candidato a Presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol ya que es un cargo incompatible con su función pública. Pero Ferrari contra viento y marea presentó sobre la chicharra su lista para participar de los comicios y medirse con el actual mandatario de la AUF, Nacho Alonso.
Según comenta Gerardo Bassorelli, periodista del diario ‘La R’ de Uruguay, Ferrari pretendía pedir licencia sin goce de sueldo para postularse en la AUF sin dejar su cargo actual pero desde la Administración de la Secretaría Nacional del Deporte le explicaron que no podía hacer eso ya que el suyo es un cargo de confianza.
Intentando encontrarle una solución a esta situación, Ferrari evaluó el pedido de una ‘Licencia formal' que hasta el momento no pidió y su candidatura en la AUF ya está en marcha a pesar del expreso pedido del Presidente de la Nación, Luis Lacalle Pou para deponer su postulación.
Cabe destacar que no es la primera vez que Pablo Ferrari es el protagonista de este tipo de situaciones que generan malestar en el seno del Gobierno Nacional. En 2022, el Subsecretario de Deportes fue parte de la lista única del Comité Olímpico Uruguayo para formar su comisión directiva. Como sucede en la AUF un cargo que es completamente incompatible con su función pública.
Al asumir sus funciones en el COU tomó una drástica decisión: pidió licencia por tiempo indeterminado a su cargo en el ente olímpico y de esa forma, no pierde el cargo y puede ocuparlo cuando quiera siempre y cuando salga de la Secretaría de Deportes.
Es oportuno destacar que Ferrari es el segundo mandatario a cargo de la Secretaría Nacional del Deporte y fue presidente de la Unión Nacional de Rugby del Uruguay entre 2005 y 2007 en un primer periodo y desde 2018 al 2020 en una segunda oportunidad.
Su candidatura fue presentada en la sede de la calle Guayabos y hay nueve clubes de la élite del futbol uruguayo que firmaron la moción:
Según el Estatuto, para ganar en primera vuelta el presidente de la AUF necesita 51 votos (de 76 en total), lo que se traduce en las dos terceras partes del Congreso. Si no se da esa situación, el presidente se definirá por mayoría simple en segunda vuelta.
Ante esta situación, el hombre encargado de tratar de enmendar esta situación es nada más y nada menos que Julio María Sanguinetti, ex Presidente de la Nación, en dos períodos, por el Partido Colorado, el mismo que representa Pablo Ferrari y por lo tanto un hombre del riñón de una de las figuras políticas más importantes del milenio anterior. Para colmo ambos llegan con los mismos colores en el corazón, los de Peñarol.
Solo resta saber qué decisión tomará Ferrari, teniendo a casi todos los integrantes del gobierno del que forma parte enojados con el pero con la firme convicción de ser el opositor de Nacho Alonso en el fútbol uruguayo.