(De la redacción de DOBLE AMARILLA) La Selección Argentina Sub 23 se consagró campeona en el Preolímpico de Colombia y genera una "brisa" de aire fresco. Sin embargo, no necesariamente se asocia al "éxito deportivo", al menos para Rubén Rossi, experto en la formación de fútbolistas juveniles. El campeón del mundo en el Juvenil de 1979 dialogó con Doble Amarilla y habló de los procesos formativos, la actualidad del fútbol y la necesidad de un debate general para poder encontrar soluciones a los problemas.

Doble Amarilla: ¿Cómo ve el fútbol de ahora en comparación con el que se jugaba antes?

Rubén Rossi: Yo no entro en las comparaciones del fútbol antiguo y el moderno. Fútbol hay uno solo y es como cualquier otra disciplina: se juega bien o mal. No es que antes todos éramos grandes jugadores, había de todo. Lo que noto es que cuando me voy a la categoría de "extraordinarios", el nivel del fútbol argentino en esos aspectos ha disminuido notablemente. En los ocho clubes más poderosos de Europa cada vez veo menos futbolistas de nuestro país.

DA: No le convence la idea de que hay un fútbol moderno...

RR: Nadie me termina de explicar qué es el fútbol moderno, yo no entiendo que quiere decir. ¿Maradona o Bochini no podrían jugar hoy? Lo podrían hacer sin ningún problema. Lo que yo veo es que hay jugadores que son muy destacados por la prensa pero que no terminan de ser sobresalientes. Hoy por ejemplo es muy difícil encontrar un jugador gambeteador, y nadie se pregunta por qué esto se perdió si era nuestra marca registrada.

DA: Este modernismo suele estar asociado a las ideas del fútbol eurocentrista... 

RR: Cuando yo estuve en un club como coordinador de Divisiones Inferiores me acerqué a ver un entrenamiento y el DT los hacía esquivar y patear al arco, algo muy normal en el fútbol infantil. Me acerco y le pregunto qué estaba haciendo... a lo que me dice que les estaba desarrollando el "dribbling", algo que para nosotros en el barrio se llama gambeta. Y la gambeta viene del engaño, a un cono no lo vas a engañar, en todo caso lo vas a esquivar. Eso ya es un error conceptual que se lo trasladas al jugador.

DA: ¿Vio que muchas veces los futbolistas hablan mas de trabajar que de jugar?

RR: Juego y trabajo no tienen nada que ver, no van de la mano. La diferencia del fútbol con el resto de otras disciplinas es que se va de lo más complejo a lo más simple. Aprendemos jugando y no de otra forma. Hoy el lema de los formadores es "trabajar", esto hace que se pierda las tres condiciones que son "espacio, tiempo y engaño", sumado a las cuatro acciones de juego que son "defender, recuperar la pelota, gestar y definir. Los resultados y la formación tampoco van de la mano. Yo jamás jugué en Divisiones Inferiores y fui campeón en Japón. Y que yo sepa nadie me formó para ser ganador. El resultado final debe ser una consecuencia y no un objetivo.

DA: ¿Detecta muchas falencias en la formación de las Divisiones Inferiores?

RR: A nadie le importa el futbolista juvenil hasta que llega y se lo destroza. Cuando Centurión estaba en una villa y no tenía ni para comer, ¿a alguien le importaba lo que le pasaba? después lo castigamos y pretendemos que sea un futbolista alemán o español, cuando acá tuvo una notoria ausencia del Estado. En la cadena de formación tiene que estar la casa, la escuela y el fútbol. Allí surgen los valores, pero normalmente se difieren y nunca hay una concordancia, entonces después tenemos que atenernos a las consecuencias.

DA: ¿Qué le generó la Selección Argentina y su conquista en el Preolímpico de Colombia?

RR: No pude ver mucho de la Selección Argentina en el Preolímpico pero me puso muy contento que le haya ido bien. Vi algunos jugadores que me gustaron mucho y parecen ser interesantes. Más allá de esto yo lo que digo es que es necesario un debate desde las bases, y no de Divisiones Inferiores, directamente desde el fútbol infantil. Necesitamos una gran mesa de entrenadores, formadores, psicólogos, sociólogos y periodistas comprometidos y serios para que podamos avanzar. La única verdad del fútbol es que nadie la tiene, y esa es la base para discutir con argumentos y conceptos para poder ir a la raíz del problema.

DA: ¿Siente que AFA busca hacer una revisión de todo esto con Menotti como mánager?

RR: No sabría decirte si la llegada del 'Flaco' puede ayudar porque yo no estoy en el corazón del hecho. Menotti es mi padre futbolístico y con quién comulgo el 100% de la vida futbolística. Lo concreto es que estando Menotti cerca del fútbol argentino, el fútbol mejora. Y como dijo Valdano, cada vez que está lejos, empeora.

DA: ¿Qué mensaje necesita el fútbol y la sociedad para poder mejorar y salir adelante?

RR: Hoy nuestra cultura marca que si tenes un auto y salís en las revistas sos un campeón, y si sos pobre y no te conocen sos un estúpido. Entonces con esta base es muy difícil poder modificar las circunstancias. Ya no es moneda corriente en el fútbol decir "si bárbaro, ganamos, pero jugamos muy mal". Esto ya se debe iniciar desde el fútbol infantil, hay que buscar que se priorice la formación y no los resultados. Menotti y Bilardo tuvieron mil diferencias, pero siempre dijeron que en la formación de jugadores no debe importar el resultado.