Secuestro del papá de un jugador nigeriano en pleno Mundial: "Me dijeron que matarían a mi padre si le contaba a alguien"
John Obi Mikel ocultó información sensible con respecto a su familia antes del partido contra Argentina, para preservar la vida de su padre, que había sido secuestrado.
(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El capitán de Nigeria, John Obi Mikel, tenía dos partidos importantes en su cabeza: el que iba a jugar ante Argentina, por la última fecha de la fase de grupos y uno personal.
"Recibí una llamada cuatro horas antes del inicio para contarme qué había pasado. Me dijeron que matarían instantáneamente a mi padre si informaba a las autoridades o se lo contaba a alguien", comentó también, que un familiar fue quien le dio el número de teleféfono de los secuestradores.
El jugador acató la orden y dijo que sólo algunos amigos lo sabían y no quiso que el DT de Nigeria, Gernot Rohr, se entere "porque no quería que mi problema se convirtiera en una distracción para él o para el resto del equipo antes de un partido tan importante".
Obi Mikel jugó igual, pese a la situación delicada que pasaba con su familia. "Supe que no podía dejar tirados a 180 millones de nigerianos. Tuve que apartarlo de mi cabeza e ir a representar a mi país primero", contó.
Afortunadamente la historia terminó de la mejor manera posible: "Mi padre fue liberado de manera segura el lunes por la tarde. Agradezco a las autoridades policiales sus esfuerzos por el rescate y el apoyo que he recibido de amigos y familiares. Mi padre ahora está en el hospital recibiendo tratamiento de emergencia como resultado de la tortura que recibió durante su captura", le aseguró a 'The Guardian'.
Cabe destacar que no es la primera vez que el padre de Obi Mikel sufre un secuestro, sino que en 2011 también pasó por la misma situación.