Adiós a un clásico: Di María y sus históricas finales con la camiseta de la Selección Argentina

“Fideo” se va de la Selección Argentina por la puerta grande, cuando la “Albiceleste” juegue una nueva final continental. Algo fiel a su estilo. Titular en el duelo de semifinales ante Canadá, Ángel Di María se prepara para el último partido de su carrera con la “Scaloneta”. Será ante Colombia en el Hard Rock Stadium de Miami por la FInal de la CONMEBOL Copa América. Ni más, ni menos…

El rosarino llega en gran forma a su “last dance”, ya que completó 144 partidos en estos 16 años y terminará tercero en la tabla histórica de presencias con la casaca nacional, solo por detrás de Lionel Messi (185) y Javier Mascherano (147).

Nacido en Rosario el 14 de febrero de 1988, Di María es un héroe parte de una exitosa generación argentina que fue protagonista en la última década: desde el Mundial 2014 hasta la CONMEBOL Copa América 2024™ incluida, 

Ángel Di María debutó en la selección mayor el 6 de septiembre de 2008 ante Paraguay en un partido de Eliminatorias para el Mundial 2010.

Autor de 30 goles y 29 asistencias a lo largo de esos casi 16 años, el camino de Di María se acerca a su cierre en Miami, donde se conocerá el campeón de la 48° edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

Campeón del Mundo Sub 20 (2007)

Podría decirse que se pasó del "equipo de José" al "equipo de Hugo". Y de alguna manera así fue: el gran trabajo iniciado por José Néstor Pekerman en las juveniles de la Argentina continuó de la mano de Hugo Tocalli, quien era su ayudante de campo en el exitoso ciclo de José. El campeón de Canadá tenía un plantel de enorme jerarquía. El arquero Sergio Romero, Ever Banega, Sergio Agüero, Mauro Zárate, Papu Gómez, Maxi Moralez y el propio “Fideo” (muchos de ellos, parte de la base futura) fueron algunos de los nombres que formaban ese grupo.

Incluso, el DT se dio el lujo de no citar a Lionel Messi: la “Pulga” había sido campeón dos años antes en Países Bajos pero fue convocado para la Selección mayor que jugó la Copa América en Venezuela de la mano de Alfio Basile.

El 22 de julio de 2007, la Selección Sub 20 se consagraba campeona en el Mundial de Canadá al derrotar por 2-1 a República Checa. Los checos hicieron un partido inteligente y estuvieron cerca del título ya que ganaban 1 a 0 a 30 minutos del final. Pero la Argentina en una enorme actuación dio vuelta el resultado: Agüero puso el empate a los 62, apenas dos minutos después del gol de los checos, y Mauro Zárate sobre la hora, a cuatro del final, selló el 2 a 1 para volver a gritar campeón. Fue el último logro en la categoría hasta estos días.

El equipo que jugó la final formó de la siguiente manera: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Federico Fazio, Leonardo Sigali, Emiliano Insúa; Ever Banega, Matías Sánchez, Maximiliano Moralez; Mauro Zárate, Sergio Agüero y Pablo Piatti.

Medalla de Oro en Pekín 2008 con un golazo

El debut de la Selección de Sergio Batista fue con un triunfo costoso frente a Costa de Marfil, que se definió con un gol de Lautaro Acosta: fue 2-1 y Messi había convertido el primero. Después Ezequiel Lavezzi culminó una gran jugada colectiva para ganarle 1-0 a Australia y el cierre del Grupo A, ya clasificado, fue un 2-0 ante Serbia con tantos de Lavezzi y Diego Buonanotte.

En cuartos de final fue el partido más bravo: 1-1 (gol de Messi) en los 90 minutos y la aparición de Di María para festejar en el alargue ante Países Bajos.

Justamente “Fideo” fue la gran revelación de Argentina en los Juegos Olímpicos, a tal punto que después de ese torneo fue convocado por Basile para la Mayor. El rosarino convirtió también el gol que valió el oro en la final contra Nigeria. 

Pero antes de ese encuentro decisivo, la Selección tuvo una final anticipada porque en la semi se cruzó con Brasil (dirigida por Dunga-)y la aplastó con un contundente 3-0: dos goles de Agüero y el tercero de Riquelme, de penal. Es hasta hoy, la segunda y última medalla dorada en la disciplina para la “Albiceleste”.

Mundial 2014: Sin final y con inolvidable gol a Suiza

Nunca Claudio Gugnali, el histórico ayudante del entrenador Alejandro Sabella, se olvidó de las lágrimas de Ángel Di María, que en la final del mundo no había podido estar por un desgarro. Mucho menos las de Lionel Messi, el mejor jugador del torneo que no logró besar la Copa hasta allí, la gran obsesión de su carrera. Cuando la Selección Argentina perdió 1 a 0 ante Alemania, en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, un 13 de julio del 2014, la sensación fue de una tristeza infinita, que parecía jamás cicatrizar.

"A mí me emocionó, me siento una pequeña parte porque yo los vi llorar. A Leo, Di María...en mi interior, en ese momento, pensé que ojalá tuvieran la revancha. Viví tres años con ellos, sé lo que sienten por la Selección", dijo Gugnali al sitio de FIFA , ac. Y agregó: "Les escribí a los dos y me contestaron de la manera que yo esperaba".

Parecía el mundial de “Fideo”, que en el duelo por los octavos de final ante Suiza marcó un gol único, e inolvidable. De esos que quedan en las retinas del pueblo futbolero.

Argentina fue finalista de 6 de los 8 grandes torneos disputados con él en el plantel (Mundial 2018 y CONMEBOL Copa América 2019 fueron las excepciones), y se consagró campeón del torneo continental en 2021 y del Mundial 2022. Además, fue campeón de la Finalíssima 2022.

Copa América 2021: La primera epopeya

Luego de seis derrotas consecutivas en finales (cuatro de Copa América, una en el Mundial Brasil 2014 y otra de Copa Confederaciones), Argentina se sacó la "mufa" y también se la sacó fundamentalmente este grupo de jugadores.  

El plantel saldó la deuda más pesada que se le reclamaba y lo hizo en la tierra del rival de toda la vida ante los pentacampeones.

Argentina era eficiencia en los cuidados más que cualquier otra virtud cuando sacó ventaja: a los 21 minutos De Paul sacó un gran pelotazo desde campo propio para Di María, que aprovechó el error de Renan Lodi (le "pifió" al despeje), entró al área y definió de emboquillada ante al salida de Ederson.

Finalissima, en Wembley se bailó tango ante Italia

La mística ganadora se confirmaba en suelo británico. El seleccionado argentino superó con claridad al campeón de la Eurocopa por 3-0 tras una gran exhibición de fútbol y se consagró campeón de la Finalissima en el mítico estadio Wembley de Londres.

Lautaro Martínez, tras la asistencia de un gigante Lionel Messi, Ángel Di María, a los 27 y 45 minutos del primer tiempo respectivamente, y Paulo Dybala sobre el final marcaron los goles del campeón de América, que levantó un nuevo trofeo a menos de seis meses del Mundial de Qatar 2022.

Tocar el cielo con las manos de la mano de un contraaque premium

El segundo gol de Argentina a Francia en la final de la Copa del Mundo de 2022 probablemente sea una pieza de arte. El arte del contraataque.

A los 36 minutos de la primera etapa el equipo de Scaloni hizo un verdadero golazo con una jugada colectiva con el sello de los mejores momentos de este proceso. La primera vez que Kylian Mbappé generó peligro en el área de Argentina fue la génesis del segundo gol de Argentina en la final ante Francia por la Copa del Mundo de Qatar 2022. 

El delantero francés pisó el área rival cuando el reloj pisaba el minuto 36 del primer tiempo. La cobertura de Nahuel Molina fue exacta y el despeje de Emiliano Martínez fue efectivo. La pelota llegó a Dayot Upamecano, quien confiado con su técnica prefirió controlar antes que despejar y devolverla de cabeza. Julián Álvarez no iba a permitir que jugara sereno: su presión obligó la resolución apresurada. Y la posesión volvió a Argentina.

La jugada en sí empezó con ese toque magistral, preciso de Nahuel Molina. Lo había visto a Alexis Mac Allister, solo y de espalda cerca de la mitad de cancha. A la derecha y a la izquierda del volante argentino, sus compañeros ya desplegaban las alas de un contraataque prometedor. Pero en la misma línea, metros adelante estaba el faro, el imán del juego

Lionel Messi recibió también de espalda: le bastó un control de zurda y, antes de que toque el piso, girar su tobillo izquierdo para soltar un toque excelso que encontró abierto por derecha a Julián Álvarez.

El pase de Messi a Julián también fue un aviso. Mac Allister ya había partido disparado desde mitad de cancha para encontrar el vacío que habían generado los centrales franceses. La asistencia en profundidad del delantero del Manchester City provocó que la multitud que no estaba parada se impulsara de sus asientos. La corrida de Alexis estuvo cargada de dramatismo. Él podría haber rematado. Eligió dar un pase extra. A la izquierda de todos estaba “Fideo”.

Jules Koundé no llegó a interceptar el pase fino de Mac Allister que habilitaba la corrida de Di María. Un nuevo mano a mano. Hugo Lloris se tiró bajo. Ángel definió cruzado de zurda: no hubo empeine esta vez. Toda cara interna para superar la estirada del arquero y enviar la pelota al palo más lejano. 

Luego de esa obra de arte llegaría todo el dramatismo, pero la gran hazaña Argentina: la de cortar la sequía y bordar la tercera estrella dorada.