Lionel Messi decidió, junto a su familia, volver a ser feliz dentro de una cancha de fútbol y lo consiguió mudándose a un destino que hasta hace algunos resultaría exótico para convertirse en la figura de la liga y provocar un cimbronazo de enormes características como en cada lugar por donde pasa. 

El 2023 del capitán de la selección argentina fue sencillamente vertiginoso. Tras una olvidable temporada que incluyó una eliminación temprana de la Champions League, el 10 anunció su salida del Paris Saint-Germain con una Ligue 1 bajo el brazo, anotando 19 goles. 

Unos días más tarde, el 7 de junio, tras esperar hasta último momento una oferta por parte del Barcelona para regresar al equipo blaugrana, el rosarino comunicó su decisión de jugar en la Major League Soccer de los Estados Unidos y más precisamente en el Inter Miami de David Beckham. 

La revolución que produjo el desembarco de Messi en norteamérica provocó todo tipo de reacciones y solo basta con destacar que las cuentas oficiales en redes sociales del equipo rosa multiplicaron casi por 10 sus seguidores desde la llegada del crack argentino. 

La verdad es que afortunadamente tenía varias opciones sobre la mesa que eran interesantes, y tuve que analizarlas y pensar, incluso sopesarlas con mi familia, antes de tomar la decisión final de venir a Miami. Mi primera opción era volver a Barcelona, pero no fue posible. Traté de regresar y no sucedió. También es cierto que después estuve pensando mucho en ir a la liga saudí, donde conozco el país y han creado una competición muy potente que puede convertirse en una liga importante en un futuro próximo. Como embajador de turismo del país fue un destino que me atrajo, sobre todo porque he disfrutado de todo lo que he visitado, por cómo está creciendo el fútbol en el país y por el esfuerzo que están poniendo en crear una competición de primer nivel”, confesó Lionel Messi al ser consultado sobre su decisión de mudarse a los Estados Unidos ante la Revista Time que lo eligió como el “Atleta del año”.

Lo cierto es que la dirigencia de Inter Miami, comandada por David Beckham, reforzó el equipo a medida del 10. Primero con la llegada de Gerardo 'Tata' Martino, un viejo conocido de la Selección Argentina y del Barcelona; después le trajo a Jordi Alba y a Sergio Busquets para rodearlo. En el 2024 se sumará su amigo Luis Suárez. 

Ya con el rosarino como estandarte, el equipo fundado en 2018 fue campeón por primera vez en su historia, levantando la Leagues Cup. Messi hizo goles en todos los encuentros y al momento de levantar el trofeo invitó al histórico capitán del equipo Andre Yedlin. 

El trajín de partidos y la falta de una pretemporada completa le pasaron factura al 10 argentino que llegó tocado a la primera fecha de Eliminatorias pero a las dudas sobre una posible decaída sobre su nivel por edad y porque ya había dejado de estar en la élite del fútbol, Messi respondió con un golazo ante Ecuador y volviendo a ser decisivo con los campeones del mundo.

Luego de estar ausente ante Bolivia y el tropiezo como local ante Uruguay, el rosarino fue partícipe directo de una gesta histórica del seleccionado. El triunfo por 1-0 ante Brasil en el Maracaná marcó la primera derrota de la Canarinha como local en la historia de las Eliminatorias. Messi jugó 78' de ese partido y fue sustituido por Ángel Di María.

Lo cierto es que tuvo 40 contribuciones en goles (28 goles y 12 asistencias) en 45 partidos jugados. Además, se quedó con el Balón de Oro, con cierta cuota de merecimiento en el Mundial del 2022.

¿Qué le espera a Leo en el 2024? 

En primer lugar, la Copa América en los Estados Unidos. Después, la temporada completa de la MLS y la participación de un nuevo certamen internacional: la Concachampions.

Premios indivuales

En febrero, La Pulga obtuvo el The Best como mejor jugador del mundo. Y a sus 36 años, Messi ganó su 8° Balón de Oro por su rendimiento en la Copa del Mundo de Qatar 2022, que ganó con Argentina, convirtiendo goles en todas las fases finales. 

Cuestionado por muchos, pero con un Mundial excepcional, el 10 terminó con 7 goles y 3 asistencias en 7 partidos, incluidos festejos en todos los partidos de eliminación directa (Australia, Países Bajos, Croacia y un doblete vs. Francia), obtuvo el título que le faltaba a su carrera y, de paso, cortó la sequía de 36 años del país sin consagrarse como campeón mundial.

Por si fuera poco, lo primero que hizo fue agradecérselo a Maradona: "Es su cumpleaños, y creo que no hay mejor lugar para desearle un feliz cumpleaños, rodeado de jugadores, exjugadores, técnicos, de gente que le gusta el fútbol, como le gustaba a él. Así que, dónde quiera que esté, feliz cumpleaños, Diego, esto también es para vos. Lo comparto con vos y con toda Argentina", sentenció Leo, generando un sinfín de aplausos en el Teatro del Châtelet de París.

Messi ya lo había ganado en 2009, 2010, 2011, 2012, 2015, 2019 y 2021, y termina sacándole tres de ventaja a su eterno competidor, Cristiano Ronaldo, que tiene cinco: 2008, 2013, 2014, 2016 y 2017