El panorama de la Selección Argentina se había esclarecido después de la deslucida y apretada victoria contra Chile en el Monumental. Daba la sensación de que volver con un punto de La Paz podía dejar bien parado al equipo de Bauza de cara a los cuatro partidos que restaban post Bolivia. Sin embargo, ese futuro inmediato que Bauza y los jugadores imaginaban en su cabeza se disipó en un instante con un durísimo golpe que plantó una realidad impensada: a horas de jugar en la altura, la FIFA sancionó a Messi por cuatro fechas y llenó de espinas el camino a Rusia.

La derrota en La Paz, con Messi en el vestuario viendo todo por televisión y los resultados de los otros partidos fueron un cóctel mortal para la Argentina: de estar tercero a un punto de Uruguay bajó al quinto puesto y también quedó por debajo de Chile y Colombia. Aunque la diferencia de puntos sea mínima (a uno de Uruguay y Chile y a dos de Colombia) la alerta máxima es la falta de Messi. Con él en la cancha, Argentina ganó 15 de 18 puntos y sin él apenas 7 de 24. Es el líder futbolístico, el único al que, desde la llegada de Bauza, acentuó las falencias de sus compañeros debido a ser siempre el único que hace algo distinto.

En el mejor de los casos, si se puede reducir la sanción mediante una apelación, Messi se perdería el clásico rioplatense con Uruguay -rival directo- y podría volver contra Venezuela o Perú, dependiendo de cuántas fechas le quiten. Si por el contrario, la FIFA se mantiene firme, Argentina habrá perdido a su salvador para los cuatro partidos decisivos de la clasificación y lo recuperaría únicamente para la última fecha, contra Ecuador, en la altura de Quito, donde precisamente Messi no se siente tan cómodo para jugar como en el llano.

Dentro de casi cuatro meses, cuando regresen las Eliminatorias, la Argentina pisará primero el Centenario, donde Uruguay solamente perdió contra Brasil y ganó los seis partidos restantes. El único aliciente es que Ecuador, su perseguidor inmediato, visita al líder y la Albiceleste podría aún mantenerse en ese arriesgado quinto puesto. En la fecha siguiente, los de ¿Bauza? reciben a Venezuela, último en estas Eliminatorias, y Ecuador choca contra Perú, otro que merodea la zona del repechaje; un empate entre ambos perseguidores también sería una ola de aire fresco para la Argentina.

Seguramente en los próximos días se conocerá la resolución final del caso Messi, si debe cumplir las cuatro fechas o si le bajan la sanción. El próximo partido es el 30 de agosto y lo más terrible del presente de la Selección Argentina no es solo la suspensión de su as de espadas ni la posición en la tabla, sino que la asunción de Claudio Tapia en la AFA puede venir con cambios y la continuidad de Bauza es una incógnita. Siempre se puede estar peor.