El rival de la Argentina en semis: así juega Croacia, el subcampeón del mundo

Hablar del seleccionado de Croacia, es hablar de uno de los equipos más difíciles de enfrentar en esta Copa del Mundo. Tiene un punto en común con la ‘Scaloneta’ y tiene que ver con algunas de las principales fortalezas que muestra e irradia el combinado nacional. Hablamos de un equipo con una voluntad inquebrantable, que se repone de situaciones desfavorables con asiduidad y que transmite comunión grupal.

Son características que no se pueden analizar por video pero que son imposibles de descartar del análisis de un conjunto que por segundo mundial consecutivo jugará los siete partidos. Una distinción que comparte con Francia, coprotagonista de la última final de la Copa del Mundo. Y un equipo que, contando ambas ediciones mundialistas, solo cayó en un partido: ante los galos en la final.

Croacia es un equipo por demás duro y tiene en el pragmatismo de Zlatko Dalic, su entrenador, una de sus características más palpables. Dirigió 68 partidos con Croacia con un saldo de 33 victorias, 18 empates y 17 derrotas. Un hombre de mucha fe, en sus dirigidos y en la vida: “Al lado de la casa de mis padres había un monasterio franciscano en Gorica. Antes, en un tiempo diferente, era monaguillo, era feliz de ir a misa, mi madre me enseñó y me dirigió a la fe. Soy un creyente todo el tiempo, y así crío a mis hijos. Todos los domingos intento ir a Eucaristía”, confesaba (nunca mejor dicho) el hombre que tiene como un amuleto un rosario, al cual acude en su bolsillo cuando la mano viene complicada. 

Pero Croacia es mucho más que un rosario y un grupo mancomunado. Además es un conjunto rocoso, granítico y muy moderno. Es imposible calificarlo de ofensivo o defensivo, porque se adapta al rival que tiene enfrente y a partir de allí establece su alineación inicial. Es un conjunto muy inteligente para hacer jugar a los rivales a su propio ritmo. Algo que Scaloni sabe y que intentará no hagan los helvéticos, como por ejemplo hicieron con Brasil en gran parte del último encuentro.

La característica que si tiene el subcampeón del mundo y que no depende del rival, es la salida veloz y vertiginosa que tienen sus laterales en ese 4-3-3 que muta a 4-5-1 cuando la pelota la tiene el rival. Así como también lo gravitante que es su capitán y enorme figura Luka Modric. El volante del Real Madrid es el corazón y el cerebro de este equipo. Además de lo destacado que es como primer pase, una vez que se recupera la pelota, es uno de los encargados de presionar en el medio y generalmente suele ser la “estampilla” de la figura rival del mediocentro. Será un desafío más que importante para Enzo Fernandez o Leandro Paredes si son de la partida ante los helvéticos.

Además de tener a un arquero en estado de gracia como Dominik Livakovic (guardavallas del Dinamo de Zagreb de la Primera Liga) clave no solo durante los partidos sino además ha sido figura preponderante en las dos definiciones por penales (ante Japón y Brasil) el conjunto helvético tiene un bloque defensivo. 

En Dejan Lovren (primer central de Zenit de San Petersburgo de la Liga Premier de Rusia) y Joško Gvardiol (segundo central de Leipzig, de la Bundesliga) tiene dos futbolistas completos, siempre atentos a la marca en el mano a mano y por vía aérea. En el caso de Lovren, se anima incluso a arriesgar y quedar en posición de centro, como en la previa al gol de Périsic ante Japón.

El fondo del seleccionado croata combina a la perfección la experiencia del hombre de 33 años con el joven de 20, que juega en Alemania y tiene gran proyección a futuro que contra Brasil se destacó y en gran forma.

Volviendo a las bandas, tiene dos aviones con un despliegue físico para presionar arriba, volver defensivamente y volver a proyectarse en ataque con la misma dinámica y versatilidad. Características que pintan de cuerpo técnico a Josip Juranović, (lateral derecho del Celtic) y a Borna Sosa (lateral izquierdo del VfB Stuttgart). Algo a tomar en cuenta es que varias veces ambos suben al mismo tiempo para poder descargar al lugar donde menos gente haya. Y en el caso particular de Juranović, un lateral con muy buen centro a la carrera. Y mucha velocidad como ante el equipo de Tité.

No obstante, presenta (aunque pocas) debilidades en los laterales. Queda a veces expuesto Sosa en el retroceso o por no cerrar a quien llega a fondo por ese carril. No por nada recibió tan solo tres goles en lo que va de la Copa del Mundo (Canadá, Japón y Brasil) y dos de ellos vinieron desde envíos aéreos por esa zona.

El mediocampo fue definido de manera perfecta por el lateral Juranovic: "Brozovic, Kovacic y Modric son el mejor centro del campo del país y siempre lo van a ser. Simplemente, dales la pelota, es más seguro que tener tu dinero en un banco", aseguró el defensor. Y no le faltan razones para creerlo.

Marcelo Brozović (mediocampista del Inter de Milán) es el eje del mediocentro. De excelente despiegue y buena técnica para jugar a uno o dos toques y ventilar el medio. Lo acompaña Mateo Kovačić (volante del Chelsea), una excelente segunda guitarra. Y cuando triangulan con Modric, la banda está completa. Si el rival les permite manejar la pelota, pueden hacer daño. En contrapartida, se los puede dañar mucho a las espaldas del volante del Real Madrid y de quien juega en la Premier League si el equipo de Dalic se estira.

Arriba tiene hombres que no tienen una técnicca depurada, pero que se brindan con todo para sacar agua a las piedras. El talentoso de la ofensiva es Ivan Perišić, el atacante del Inter es un futbolista con buen juego aéreo y gran capacidad de remate. Tácticamente más que obediente para atacar cuando se debe, sumarse a la línea de volantes y casi hacer de lateral bis, como ante la “Canarinha” para desdoblar a Sosa y que no haya inferioridad numérica.

Con menos técnica que su compañero de ataque, pero con la misma disciplina táctica, por la otra banda, Mario Pašalić es funcional a las necesidades del equipo. Entiende a la perfección el concepto de ser la primera línea defensiva, aún siendo jugador de ataque. Y con la personalidad de patear un penal caliente, como el que clasificó a los croatas ante Japón.

Suele rotar el puesto con Nikola Vlašić (algo más defensivo, del Torino), Marko Livaja (del Hajduk Split de la Primera Liga de Croacia) y con el héroe de la clasificación ante Brasil. Hablamos de Bruno Petković (del Dinamo Zagreb, también de la Primera Liga de Croacia). Un atacante algo tosco, pero siempre presente donde hay que estar.

Andrej Kramarić es el centrodelantero, la punta de la flecha croata. Un delantero con mucha experiencia (tiene 31 años y se desempeña en el Hoffenheim de la Bundesliga), buen remate e inteligencia para saber dónde estan los espacios.

En definitiva, Argentina se va a enfrentar a un conjunto con experiencia, con oficio, práctico, repitiendo siete futbolistas que al menos repiten cita mundialista, y con un entrenador que sabe sacar máximo rédito a cada chance que se encuentra. No es defensivo, pero se defiende bien. No es ofensivo, pero ataca con criterio. 

Es un equipo que suele vender cara la derrota y que, dentro de la exigencia, se muestra a la altura. Salvo la final del mundo, ocho de los nueve partidos en los que hubo eliminación fueron a la instancia de los penales. Será un hueso duro de roer y un rival con el que no hay que confiarse. Fueron subcampeones del mundo y van por su tan mentada revancha. Tácticamente puede ser un partido apasionante.